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Los miembros de la cloaca del PSOE exigían a sus protegidos traicionar a la UCO y a la Justicia

Eran las reglas y las establecía la propia Leire Díez.

Eran las reglas y las establecía la propia Leire Díez.
Archivo

Uno de los compromisos que exigía Leire Díez para poder beneficiarse de la ayuda judicial de la cloaca del PSOE era una discreción plena y colaboración total para despistar a la UCO y la Justicia. Todo lo que hablaban entre ellos debía quedar en la más pura clandestinidad porque, en caso contrario, el golpe a la UCO o los jueces preseleccionados podría ser esquivado o amortiguado. De hecho, la publicación de su existencia es el golpe más duro que podía recibir esta cloaca comandada por la mano derecha de Santos Cerdán porque su operatividad ha saltado por los aires.

Las grabaciones a Leire Díez han detallado la dinámica exigida por la cabecilla de la cloaca que quería acabar con la UCO y cortar de raíz las investigaciones judiciales por corrupción que cercan al Gobierno de Pedro Sánchez.

Las dinámicas de la cloaca

Lo primero que se buscaba es información detallada del teniente coronel Balas de la UCO, del juez Peinado o del propio abogado de Víctor de Aldama. La información tenía que ser detallada y con pruebas. Valía una o dos pruebas, pero algo concreto y bien documentado porque no se buscaba un perfil o información exacta de ninguno de ellos: se buscaba acabar profesionalmente con ellos y desacreditar las actuaciones judiciales.

Lo segundo que se exigía, por ejemplo, al empresario Hamlin, era coordinación: había todo un enjambre de líneas de investigación, según la propia Díez, con lo que era tan importante aportar información como hacerlo de forma coordinada para no duplicar esfuerzos.

Lo tercero era un discreción plena: no hablar con nadie no indicado por la propia cloaca. Ni con segundos, ni con terceros. Sólo con las personas que la propia Leire Díez dijera, de forma que todo el ataque quedase en la más pura discreción hasta el momento de asestar el golpe. El objetivo: lograr la máxima eficacia con la mínima capacidad de respuesta por parte de la UCO o de los jueces afectados. Y si no había un compromiso de clandestinidad pura, el trato se rompía. El premio convertido en rebajas de penas o de acusaciones no llegaría.

Eran las reglas y las establecía la propia Leire Díez. Ella era la líder de los fontaneros de las cloacas del PSOE, al mando de Santos Cerdán, según los calificó Víctor de Aldama. Y ella fue, de hecho, la que aseguró al empresario Alejandro Hamlyn, investigado por una trama de hidrocarburos, que le conseguiría un acuerdo con la Abogacía del Estado y la Fiscalía si le proporcionaba información comprometedora del teniente coronel Antonio Balas, jefe del Departamento de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Balas es actualmente el máximo responsable de las investigaciones de todas las causas abiertas contra el entorno de Pedro Sánchez, desde su hermano a su mujer, pasando por el fiscal general del Estado o el caso Koldo.

Leire Díez se reunió por videoconferencia con el empresario Hamlyn, entre otros. En esa reunión, la mano derecha de Santos Cerdán reconoció que su objetivo era acabar con la "Camorra de la Guardia Civil" y que su gran prioridad era el teniente coronel "Balas". "Necesito a Balas. Desmontando ese ya no está dicho el pueblo, que se desmontan otras muchas cosas. ¿Vale? No hará falta que te diga más", dijo.

Hamlyn aseguró que tenía información sensible sobre el mando de la Guardia Civil que podría interesar al PSOE, pero quería saber qué obtendría a cambio ya que estaba condenado a 50 años de prisión por la trama de hidrocarburos. Díez y el empresario Javier Pérez Dolset, que está procesado por fraude en las subvenciones públicas y que también estaba presente en la videollamada, le prometieron que intercederían ante las partes que impulsan su procedimiento en la Audiencia Nacional para allanar su futuro. "¿Qué es lo que nosotros podemos traer a la mesa? Y te lo digo así a lo bestia. Un acuerdo con la Abogacía del Estado y con la Fiscalía", dijo Pérez Dolset.

Ante la negativa del empresario Hamlyn a aceptar la propuesta, Leire Díez le ofreció que se podría sentar a negociar directamente con la Fiscalía, algo que tampoco convenció al condenado. "No, si con Fiscalía nos hemos sentado 40 veces. Pero no, no avanzamos", le contestó. Así que la enviada del PSOE fue a más: "No para tomar una cerveza, hombre. Álex, cuando yo digo sentarte con alguien, es sentarte con alguien para un fin determinado".

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