
Un día después de que La Vuelta se quedara sin podio en el centro de la capital, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha optado como buena parte de sus compañeros de gobierno por ensalzar lo vivido en las calles de Madrid, con disturbios y altercados entre los manifestantes y la Policía.
"Yo vi ayer una imagen realmente de una sociedad comprometida con la paz en el mundo y vi la imagen de unas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado absolutamente profesionales que son la envidia de cualquier Estado democrático", ha dicho el ministro en declaraciones a los periodistas antes de asistir a un desayuno informativo en un hotel de la capital del ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López.
Preguntado por los altercados violentos y el final anticipado de la etapa final de la prueba ciclista por las protestas, Marlaska ha señalado que las manifestaciones fueron protagonizadas por una mayoría "pacífica" de personas que ejercieron su derecho y, por tanto, las fuerzas de seguridad garantizaron el derecho a manifestarse de esa "inmensa mayoría" y de la seguridad de los ciclistas.
En su opinión, y entre quejas de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, el dispositivo policial desplegado para el final de la Vuelta, con 1.100 policías nacionales y 400 guardias civiles, fue "absolutamente suficiente", si bien ha calificado el día de ayer como una jornada "complicada" para los agentes.
"La Policía Nacional gestionó la situación compleja, como siempre lo hace, en términos de proporcionalidad y adecuando su actuación a esa proporcionalidad, a esa necesidad y a conjugar en la mejor medida posible esos dos derechos", ha apostillado Marlaska, antes de felicitar a los agentes por su trabajo y desear la pronta recuperación de los 22 agentes heridos leves por contusiones.

