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La "enfermiza obsesión" que lleva a la izquierda a alentar el boicot a Israel: acabar con el único Estado judío

Es parte de una agenda "extremista y radical" basada en "la ideología e intereses del Gobierno de España, el presidente y los grupos que le apoyan".

Es parte de una agenda "extremista y radical" basada en "la ideología e intereses del Gobierno de España, el presidente y los grupos que le apoyan".
Protesta de la izquierda contra Israel en Valencia. | EFE

La guerra es sólo la excusa. La coartada para intentar acabar con Israel, el único Estado judío del mundo, advierten desde Acción y Comunicación en Oriente Medio (ACOM). De ahí el boicot alentado desde la izquierda, que —por cierto— no es nada nuevo. La hemeroteca está plagada de llamamientos al rechazo y exclusión de los israelíes en acuerdos comerciales, competiciones deportivas o eventos culturales desde hace años. Todo a cuenta de la supuesta defensa de los palestinos, que siguen siendo utilizados como escudos humanos por los terroristas de Hamas gracias —en parte— a su silencio cómplice.

La izquierda ha orquestado "una campaña de deslegitimación, de exclusión y de discriminación, por motivos que nada tienen que ver con los intereses de España y los españoles", explica el presidente de la organización —que fomenta la amistad entre los dos países y lucha contra el antisemitismo— durante la entrevista concedida a Libertad Digital. "Sigue una agenda extremista y radical que se deriva de una ideología y de unos intereses muy específicos que tiene el Gobierno de España, el presidente y los grupos que le apoyan", asevera Ángel Mas.

Para él, un verdadero boicot a Israel no supondría el aislamiento del Estado judío, sino de nuestro país. "Considerando lo que Israel aporta al mundo, sería aislar a España de todos esos beneficios. De la ciencia, la tecnología y el emprendimiento que han traído y mejorado", argumenta. Por ese motivo, considera que "esto es resultado de una obsesión compulsiva y enfermiza de unos tipos con el único Estado judío y solo con el Estado judío".

¿Por qué Israel?

De otra manera, resulta prácticamente incomprensible que de todos los conflictos que hay en el mundo —de todas las situaciones de guerra y todas las disputas abiertas, ya sean territoriales, políticas o religiosas— el Gobierno de España haya puesto el foco en lo que hace Israel en la Franja de Gaza (nunca en los ataques palestinos en territorio israelí).

"Pensad que España acaba de ganar la organización del Mundial de Fútbol con Marruecos. Presentó una propuesta común, con Portugal y Marruecos. Un país que es una satrapía, que no respeta los derechos humanos, que ocupa el Sáhara (territorio del que España es administrador)", señala Mas.

Pero no boicotea a Marruecos, ni a China por los asuntos del Tíbet o a Turquía por la matanza de los kurdos. "Turquía juega la Euroliga, la Champions League y la Copa de Europa", recuerda Mas, "cuando Turquía ocupa parte de otro país de la Unión Europea, como es Chipre —que es nuestro socio—, donde ejecutó una limpieza étnica".

Por seguir con el ejemplo de Turquía, hay que recordar que además "ocupa el norte de Siria y con sus 'proxies' en el resto del país está masacrando a drusos, alauitas y cristianos". "Y aquí nadie monta un lío en un partido de baloncesto o de fútbol, y mucho menos manda allí a grupos violentos con banderas de Grecia o de Chipre para acosarles", exclama.

"Claramente hay un sesgo. Es un sesgo premeditado, un sesgo maligno. Es perverso y tiene un objetivo: los judíos", asevera. "Aquí hay una agenda perversa por parte de algunos y una irresponsabilidad cósmica por parte de otros", añade, "muchos de los que se apuntan al carro lo hacen porque les suena medio bien".

"Hay una ignorancia general", insiste, "por lo que nadie tiene la capacidad de cuestionar la narrativa perversa que se está imponiendo y que viene a decir que si no apoyas la exclusión, la discriminación de Israel y de los judíos, eres mala persona y estás apoyando un supuesto genocidio, que es una completa falacia desmontable en 0,2 minutos".

La dejación de la derecha

"Pero hemos llegado a esta situación por la dejación de los que se deberían oponer —con vigor intelectual, ideológico, desde los datos y desde la verdad— y que en muchos casos, por no sufrir la violencia de esta gente (la de la agenda perversa), se ponen de perfil o simplemente adoptan toda o parte de su narrativa", reflexiona.

Para Mas, eso es "lo estamos viendo con el Partido Popular y también con muchos de los medios tradicionales del llamado centro o centro derecha". Esto hace que sea más importante que nunca "resaltar el coraje de los que siguen defendiendo la verdad, como Ayuso o Almeida —dentro del PP— y Vox".

"Los demás son unos tipos que se han plegado ante ese discurso de odio, que lo azuzan por activa o por pasiva", añade el presidente de ACOM, "que pone en la diana a la minoría judía española y a todos los que apoyan a Israel, y que —desde luego— pone en peligro los intereses de España".

Se nos vende que "esto es una verdad universal, absolutamente aceptada por todo el mundo" —destaca— pero "para nada es así". "En España, que es un país muy endogámico, pensamos que lo que se discute, lo que se habla y todas las verdades circulares que nos contamos unos a otros, es así. Pero en absoluto", subraya. "Esto nos separa de Occidente".

El riesgo de aislamiento

"Nos separa de Estados Unidos, primero y principal. Pero también de la Unión Europea", asegura. "Se dijo que se habían aprobado medidas contra Israel. Pero la UE no puede aprobar esas medidas en el acuerdo de libre comercio con Israel porque requiere la aprobación de los países miembros por unanimidad. Y ya han dicho un montón de ellos que ni hablar", argumenta.

Mas considera que "cuando el gobierno de España se sitúa a la vanguardia de estas medidas de exclusión a Israel, lo que hace de nuevo es excluirse él". Si hablamos de Eurovisión, un puñado de países han amenazado con no participar si lo hace el Estado judío, pero "el resto no han dicho ni mu". En lo que tiene que ver con las olimpiadas, "el COI ha dicho que Israel cumple perfectamente la carta olímpica y que allí no se excluye nadie".

Es decir, que lo que puede pasar es que si va Israel no vaya España y unos cuantos más. Pero nada más. El festival de la canción se celebrará, como lo harán las olimpiadas. Con el Tour de Francia pasa lo mismo, apunta. "La Unión Ciclista Internacional dijo que el equipo israelí está perfectamente homologado. Aquí el problema no va a ser que no compita el equipo israelí, es que el Tour de Francia no sale de Barcelona, cómo iba a salir, y que ya veremos si hay vuelta a España, porque va a haber acciones judiciales muy fuertes".

La ruptura con Israel conllevaría un aislamiento tecnológico y científico, además de un empobrecimiento de España. Nos desvincularíamos del segundo país con más compañías en el Nasdaq (Estados Unidos). "Tiene más compañías en el Nasdaq que todos los países de la Unión Europea juntos", añade Mas. "Estados Unidos puede boicotear a quien quiera porque es bastante autónomo en temas de tecnología o desarrollo científico, pero España no. Y precisamente decide aislarse de alguien que está a la vanguardia de la vanguardia".

Zapatero puso la primera piedra

España fue la última potencia europea en establecer relaciones diplomáticas con Israel, lo hizo bajo el mandato de Felipe González en 1986 —el mismo año en el que entró a formar parte de la Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea)—. Cabe recordar que Reino Unido las estableció coincidiendo con la creación del Estado de Israel, en 1948. Y países como Francia, Italia, Alemania, Países Bajos o Bélgica lo hicieron entre 1949 y 1965.

En definitiva, las relaciones de nuestro país con el Estado judío fueron bien hasta la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al Gobierno. "Fue la primera vez que hubo un comienzo de quiebra", señala Mas. "Empieza con esa perspectiva de aislarnos del mundo occidental y buscar nuevos socios en el mundo oscuro, en el mejor de los casos opacos", argumenta el presidente de ACOM.

El problema es que los que lo sucedieron después al frente del Ejecutivo tampoco cambiaron las cosas. "Rajoy no hizo nada por mejorarlo, como no hizo nada en general por mejorar nuestro papel en el mundo. Ni con Israel ni con nadie, la verdad", indica. "Y Sánchez se ha tirado al monte. Lidera el gobierno más extremista, más radical. Es un aventurero, un pirómano", exclama. "Lo único que quiere es confundir, cortinas de humo".

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