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Murcia, laboratorio revolucionario del PSOE

No solemos disfrutar los murcianos de primicia alguna en el terreno sociopolítico, pero mire usted por donde nos hemos convertido en un banco de pruebas de la izquierda para su revolución social una vez sea expulsada del poder.

La elección de los socialistas no puede ser más lógica porque aquí se dan las peores circunstancias posibles para que el PSOE alcance cierta hegemonía, si no electoral, al menos callejera y, por otra parte, se trata de una región tan pequeña que los distintos fenómenos sociales pueden ser observados de forma prácticamente simultánea.

Constatada la derrota electoral en proporciones dantescas -nadie podía imaginar que el PSOE empeorara los resultados cosechados por Bermejinsky, pero así es- se trata de lanzar a la calle a los descontentos con el sistema (que el PSOE ha destruido), a las víctimas de la crisis (que Zapatero ha multiplicado) y a los jóvenes universitarios (que Rubalcaba ordenó embrutecer siendo ministro del ramo) para hacer que los votantes del PP teman salir de casa el día de las elecciones generales. 

Les funcionó hace ocho años y no tiene por qué fallarles ahora; si no para ganar, al menos para maquillar una derrota que se antoja la perfecta candidata para esmaltar el apartado correspondiente del libro Guinness de los records.

Los dirigentes del PP, con Valcárcel a la cabeza, tienen ahora la ocasión de arrebatarle a la izquierda la legitimidad con que se inviste para cometer sus fechorías. Se trata tan sólo de no rebajar ni un ápice el tono de crítica que las acciones coordinadas del PSOE y sus satélites merecen por ese caldo de cultivo, fabricado con tanta dedicación, que finalmente ha desembocado en la agresión brutal al consejero de Cultura y Turismo.

Si el PP censura las formas pero justifica el fondo de lo que lleva pasando en Murcia desde hace un mes, si insiste en exonerar de cualquier responsabilidad a los sindicatos en el clima de violencia desatado en las calles y continúa limitándose a realizar apelaciones al diálogo, el consenso, el talante y la tolerancia, probablemente el siguiente exceso de los incontrolados sea todavía mayor.

Si en el PP están seguros de que el PSOE pretende poner en marcha esta revolución callejera, a cuyo éxito supedita cualquier escrúpulo, que lo digan por tierra mar y aire, una y mil veces, y sugieran a María Dolores de Cospedal que se guarde sus reflexiones sobre la bondad intrínseca de la izquierda democrática (¿?) para mejor ocasión. El rostro tumefacto de Pedro Alberto Cruz bien merece ese pequeño esfuerzo.

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comentarios
1 AnkHor, día

Totalmente de acuerdo don Pablo. Se trata de un experimento más del siniestro gabinete del doctor Zeta y nos ha elegido a los murcianos como conejillos de indias, por si acaso eran pocas las maldades que ha hecho con nosotros desde aquél fatídico marzo de 2004. El que no lo haya visto claro tras la secuencia de acontecimientos de las últimas semanas del 2010 y lo que llevamos del 2011, más le vale conservar el oído, porque la vista la tiene perdida. Las hordas rojas han ejecutado todas las acciones con total coordinación y al pié de la letra de los manuales de Vladimir Illich Lenin. Después de la fase de criminalización e identificación, se incita a que algunos de los miembros más exaltados pasen a la acción. Ahora estamos en la fase de cruce de acusaciones que zanjarán al grito de "fascista" para terminar convirtiendo a las víctimas de su violencia en merecedoras de ella "por ser fascistas". El partido y sus sindicarios están calentando motores para lo que nos espera tras la -más que previsible- próxima debacle electoral socialista. No será que no nos han avisado, en algunos foros de Internet, los sindicarios destinados en la división de TROLLS, tras algún calentón al que les hemos sometido, nos lo han dicho muy clarito: Como gane el PP las próximas elecciones piensan incendiar las calles, lo de Madrid antes o lo de Murcia ahora no será nada comparado con la que dicen que piensan liar. Con éstas alforjas tan democráticas y encima se extrañarán de que la gente no quiera ir de viaje con ellos. Bestias, criminales.

2 obambi, día

Pues si,según dice izquierda y semiizquierda los manifestantes sindicales,los otrora pacifistas del no a la guerra,los nuncamaiseros y los que en la última huelga general quemaron coches,contenedores y comercios no son de ultraizquierda ni de izquierda,son ultraderechistas. Esto a mi me hace dudar lo que siempre he tenido por cierto,que es que la única banda asesina que queda en España y en Europa y los grupos políticos que la apoyan son de izquierdas.

3 DasBoot, día

Consejos para el PP cuando llegue al poder y tenga que tratar con las centrales sindicales: 1.- Al segundo dia de llegar al gobierno, retirar TODA subvencion pública a los sindicatos, o a los trapicheos de cursillos del paro y tal. 2.- Eliminar de un plumazo al dia siguiente TODOS los liberados. Esto acarreará que, la que tienen preparada, se adelante uno o dos meses, pero les quitará toda legitimidad a los ojos de la gente. Porque nos espera una que ni la de Grecia, de Kaleborrokos sindicales-antifas-antisistema y demas warros...