Alberto Núñez Feijóo será candidato a la presidencia del Gobierno en una primera sesión de investidura que aún no tiene fecha. La decisión de Felipe VI la ha anunciado este martes la presidenta del Congreso, Francina Armengol, en una breve comparecencia después de reunirse con el Rey en Zarzuela.
Armengol no ha anunciado la posible fecha de esa primera sesión de investidura y ha explicado que primero tiene que hablar con el propio Feijóo y "ver sus razones y qué preferencias tiene".
"Cada cosa a su tiempo", ha dicho la socialista a las preguntas de los periodistas sobre la fecha de esa sesión y sobre si se podrían usar la lenguas cooficiales en ese debate. "De lo que se trata ahora es de facilitar las conversaciones entre las diferentes fuerzas políticas", ha concluido para explicar su posición.
Las razones del Rey
Poco después de la comparecencia de Francina Armengol la Casa Real ha hecho público un comunicado en el que ha expuesto las razones de la elección de Núñez Feijóo como candidato.
El texto no entra en ningún momento en evaluar los apoyos que el propio Feijóo o Pedro Sánchez le han transmitido tener o en lo que le han comentado al respecto otros partidos, simplemente explica que "salvo en la Legislatura XI, en todas las elecciones generales celebradas desde la entrada en vigor de la Constitución, el candidato del grupo político que ha obtenido el mayor número de escaños ha sido el primero en ser propuesto por Su Majestad el Rey como candidato a la Presidencia del Gobierno", una práctica que "se ha ido convirtiendo con el paso de los años en una costumbre".
Además añade que durante esta ronda de consultas "el Rey no ha constatado, a día de hoy, la existencia de una mayoría suficiente para la investidura que, en su caso, hiciera decaer esta costumbre" por lo que toma su decisión "de conformidad con lo previsto en el apartado 3 del artículo 99 de la Constitución".
El texto hecho público por la Casa Real se detiene en contar todo el procedimiento, empezando porque si Feijóo obtiene la confianza de la cámara "será nombrado Presidente del Gobierno", que de no lograrla "el Rey tramitará sucesivas propuestas en la forma prevista" y que, finalmente, "en ausencia del otorgamiento de esa confianza, Su Majestad el Rey procedería, en los términos previstos en el apartado 5 del artículo 99 de la Constitución, a la disolución de las Cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones generales".
Una posibilidad de elecciones que supone un serio problema de plazos, ya que de acuerdo con lo previsto en las leyes aboca a que la moción de investidura se celebre la próxima semana –lo que haría que la hipotética llamada a las urnas fuese el 17 de diciembre– o que tenga que retrasarse casi un mes para que evitar coincidir con los siguientes domingos posibles, que sería el 24 y el 31 de diciembre y el 7 de enero.
La disposición de Feijóo
Sólo un par de horas antes de la comparecencia de Armengol el propio Feijóo había anunciado en una comparecencia su disposición a encabezar esa moción de censura y que le había transmitido al Rey que contaba con 172 apoyos: los de su propio partido, el de UPN, el de CC y los 33 de Vox.
El ya candidato ha agradecido especialmente este último, destacando que "mantienen una relación de normalidad democrática" con los de Abascal porque "comparten un mismo objetivo de defensa de la nación", una relación que ha asegurado que "se mantendrá porque seremos coherentes con los más de 11 millones de españoles que nos han votado".