
Objetivo: investir a Illa. Cueste lo que cueste aunque al PSOE le cueste la Moncloa. Los socialistas quieren poner a su candidato al frente de la Generalidad para iniciar "una nueva etapa", que deje atrás al procés aunque tengan que apoyarse en algunos de los partidos que promovieron la secesión de 2017.
En Ferraz evitan implicarse de manera abierta, para respetar la autonomía del PSC. "El Gobierno de Cataluña se decidirá en Cataluña", afirmaba la portavoz Esther Peña tras una Ejecutiva en la que el secretario general del partido, Pedro Sánchez, y su número dos, María Jesús Montero, han sido recibido en pie y con una prologada ovación.
En Barcelona recogen el guante que lanza la dirección federal del partido y descartan de manera tajante el cambalache que propone el líder de Junts que exige la abstención, o el voto favorable, del PSC para volver a ser investido presidente. "No apoyaremos la investidura de Puigdemont, eso le tiene quedar muy claro, aunque amenaza con bloquear la gobernabilidad de España", afirmaba la socialista, Nuria Parlón, que ejerció como portavoz tras la Ejecutiva del PSC. La actual alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet está llamada a ser la próxima consejera de Interior, y una de las personas clave, del próximo ejecutivo de Salvador Illa.
Parlón pedía dejar atrás "la etapa de los bloqueos" y se mostraba partidaria de un pacto de izquierdas, junto con los Comunes y ERC, pese al portazo de Pere Aragonés en la noche electoral. "Aunque ellos han decido que estarán en la oposición, que no bloqueen la posibilidad de que el PSC gobierne Cataluña", añadía mientras recordaba que los socialistas apoyaron la gobernabilidad del ejecutivo de Aragonés, respaldando sus últimos Presupuestos, antes del anticipo electoral.
La idea del PSC es "hablar" con todos los partidos menos con Vox y Aliança Catalana "por promover el odio". "Con el PP hablaremos pero no pactaremos", matizaba a continuación. Durante el primer día tras las elecciones, Illa ya ha tenido llamadas telefónicas con Aragonés, antes de anunciar que dejaría la política, y con la líder de los Comunes, Jéssica Albiach, que se muestra partidaria de un ejecutivo con el PSC.

