La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha confirmado que está "segura" de alcanzar un acuerdo este lunes con el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, para abordar la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales. Díaz ha defendido que esta medida debe ser tramitada "por la vía de urgencia" y aplicada "a la máxima prontitud", lo que ha encendido las alarmas en la derecha política, que considera esta propuesta como un nuevo obstáculo para la recuperación económica y la competitividad empresarial.
Desde el Gobierno, Díaz insiste en que la reducción de la jornada laboral es esencial para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y adaptar España a los estándares europeos. "Es un paso fundamental para la conciliación familiar y la justicia social", aseguró la ministra, quien ha hecho de la reforma laboral y de las políticas protrabajador uno de sus caballos de batalla. Para Díaz, la medida no solo es viable, sino necesaria, y cree que su implementación urgente beneficiará tanto a las personas como a la economía en general, al generar un entorno de trabajo más productivo y saludable.
Sin embargo, la propuesta ha encontrado una feroz oposición entre el Partido Popular y Vox, quienes consideran que reducir la jornada laboral en un momento de incertidumbre económica, con altos niveles de inflación y una recuperación aún frágil tras la crisis pandémica, es un paso "equivocado" que podría tener consecuencias desastrosas para el empleo y la competitividad.