
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, está haciendo méritos para que, tras la tournée andaluza de este fin de semana, alguien le abra una web de citas –en plan Wikiquote, quiere decirse–. Si el sábado, inaugurando el decimosexto Congreso Provincial del PSOE de Jaén, subordinaba el principio de presunción de inocencia al "testimonio de mujeres jóvenes, valientes, que deciden denunciar a los poderosos", este domingo, en la inauguración del Congreso Provincial del PSOE en Málaga, la flamante secretaria general de los socialistas gachés se ciscaba en las "universidades privadas", "principal amenaza que tiene la clase trabajadora", y frecuentadas por alumnos que compran "un título".
Seguro que Montero, licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla –pública–, no se refería a Pedro Sánchez, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por el Real Colegio Universitario María Cristina –privado– y doctor cum fraude, según las malas lenguas, por la Universidad Camilo José Cela –privada–, donde incluso llegó a ejercer de profesor de Economía, según la propia web de Moncloa; al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto –privada–, o al titular de la cartera de Interior, Fernando Grande-Marlaska, licenciado en Derecho Económico por el mismo centro.
La declaración de Montero hubiera sido carne de la sección "Pifias mentales" del programa El Informal. La vicepresidenta denunciaba, retorciendo la sintaxis, que "la universidad privada es la principal amenaza que tiene la clase trabajadora para dar un horizonte de esperanza en esas familias (sic), que sólo a través del esfuerzo, del conocimiento, de la capacitación, van a subir escaños, van a subir, eh, eh, escalones, en la escala social".
Acto seguido, la viseprecidenta se terminaba de echar al monte: "No podemos permitir que alguien se compre el título y la formación compitiendo con el hijo del trabajador que no puede comprarse un título y tiene que tener (sic) una beca para poder estudiar. No lo podemos consentir". Tras recibir el cálido aplauso de un respetable que a saber si le entendía, continuaba: "No podemos consentir que una niña, habitualmente, una chica, una joven –por si no había quedado claro–, que tiene hasta un 13 de nota para entrar en medicina, una carrera exigente en términos de nota, se quede en la puerta, de haberse llevado todo el bachillerato ella, sus padres, toda su familia, acompañando ese esfuerzo, y luego resulte que el que tiene dinero en la cuenta corriente pueda estudiar medicina con mucha menos nota en una universidad privada. No lo vamos a permitir. La clase media no lo puede permitir". Los suyos le brindaron una ovación, sólo faltaría.
María Jesús Montero acusa a los alumnos de las universidades privadas de "comprarse el título".
La realidad es bien distinta, ya que los miembros del PSOE llevan a sus hijos a colegios y universidades privadas porque básicamente son mejores y el socialismo ha desprovisto de… pic.twitter.com/dbMhvnk1KS
— Sr.Liberal (@SrLiberal) March 30, 2025
Además, Montero dijo que "faltan mujeres en la esfera internacional" y cargó contra la "ola reaccionaria de la ultraderecha", que "siempre pone por delante la seguridad o los intereses económicos pero termina mercantilizando, como siempre, con los derechos de las mujeres, de las personas LGTBI, con los derechos de todos aquellos que son distintos, diversos o que quieren amar a quien quieran amar". No ya un poquito de amor, sino mostrar una mijilla de interés en el uso correcto de la lengua que contribuyeron a encumbrar paisanos suyos como Góngora, los Machado, Juan Ramón Jiménez o Lorca no le vendría mal a la mujer que acumula más poder en el Ejecutivo patrio.

