Cuestión de hedor.

No es una cuestión de dogmas, lo veo cada vez mas claro, lo que mi ideario diverge de los llamados de izquierdas, si no de concepción de la vida de cada uno, parece que lo que el líder de IU aspira, es a vivir en un pais en que el rey pueda sentarse en el banquillo, otros aspiran a una república sin determinar como, o simplemente a un "reparto" de los bienes, sin tener en cuenta ni méritos, ni capacidad de trabajo ni creatividad o potencial de inteligencia, algo como de ley natural, una justicia no equitativa, si no igualitaria, que nos llevaría al desinterés, a la falta de competitividad a la ruina social e intelectual.

Transformar el mundo actual, para volver un par o mas de siglos atrás, es simplemente inviable, y pensar que la revolución del proletariado podría mejorar nuestras vidas es vivir fuera de la realidad, pensar que las masas serían tan dóciles como lo fueron en otros tiempos, en los que además de la ignorancia, no habían conocido la libertad y el poder de adquisición de bienes y servicios, es sencillamente desconocer la realidad, parece que las experiencias recientes no han dejado un poso del que aprender, y que nos hayamos quedado sólo con lo visceral y lo irracional y poco con sacar partido de esas experiencias.

Que podrían ofrecernos en cuanto al desarrollo de las libertades, que respecto a la creación de riqueza para el conjunto, que la mejora de la justicia, que en cuanto a la paz social, a caso existe algúna república del socialismo real, donde la libertad individual sea respetada? a caso se ha aprendido a desarrollar la economía para poder repartirla con mas justicia? a caso la misma justicia no ha sido estatalizada? A caso no ha existido corrupción, sobre todo entre los mandones de los partidos “reinantes”…?

Difícil elección entre izquierdas y derechas, cuando unos han metido baza en terrenos típicamente de los otros y viceversa, pero a la vez fácil, porque es una cuestión de olfato, si uno huele mal, y el otro peor, mejor no acicalarse con esas esencias, agua clara y jabón, que mas vale oler a humano limpito, que a güarrindongo, aunque sea ibérico de bellota, que una cosa es comerselo en loncha fina, y otra bien distinta “refregarse” el tocino por el cuerpo, o sea que al final ni unos ni otros, mejor esperar a ver si surjen nuevas oportunidades, que el olor a marrano no te lo quitas ni con agüarrás, que corra el aire.