De D. Claudio al cashondeo.

Aquí se ha confundido el sentido común y el cumplimiento de las leyes, con el “ni poisson ni viande”, o el ni pa ti ni pa mí, pa mi saca, ese llevémosnos bien, no me jodas que me incomodas, vamos el cachondeo padre, y encima le llaman a eso centrismo reformista, bueno a mí que me borren, que ma han cambiado el “conceto” y me han enredao los cables.

Aquí, si conviene, va la izquierda mas recalcitrante, de la mano de la derecha mas inquietante y golfa, y ejemplos cada día, el maridaje entre confederación de empresarios y sindicatos resulta inmoral, todos unidos por el trinque, lo de la unión temporal de empresas entre nacionalistas ultramontanos e izquierdas mas “internacionalistas” en pos del pillaje es escandalos, lo que ahora está de moda, los mineros con sus patronos, todos por el trinque, es de vergüenza ajena, y así todo si conviene, un cashondeo inmundo.

Aquí han logrado con los años pasar del garrotazo y tente tieso, de D. Claudio, para sus allegados “Claudillo”, a un magreo de cine en programa doble, un mano a mano, un manoseo indecente, en que participan las instituciones “ennoblecidas” por las votaciones, que dan patente de Corso a los que se han sabido refugiar en ese paraguas que todo lo aguanta si hay uno mas de los que trincan con la izquierda, que con la derecha, o a la inversa.

Lo malo peor, es que han echado por alto ideas y conceptos que ayudaban a uno a ubicarse dentro de este marasmo de comportamiento, de forma en que entre D. Claudio y el Stanilismo, en lugar de crear un espacio de justicia, liberalismo, creación de riqueza y orgullo nacional, se ha creado un patio de Monipodio, donde se confunden canallas de distinta pinta, pero de igual grado de estulticia, se morrean criadas con señoritos y horteras con marquesas, que no significa la igualdad social, si no un cashondeo, que por favor, no se confunda con un centro progresista y liberal, además de patriota.