INSOSTENIBLE.

Proclama La Vanguardia en toda la primera página, INSOSTENIBLE, y efectivamente lo es, aunque hace unos treinta y siete años, acababa yo de hecer el doctorado, España sufrió otra hecatombe, que enterró las ilusiones de tantos y tantos jóvenes españoles, y hubo que adaptarse a lo que un mercado escuálido y descreído podía ofender.

Yo por mi parte, con mi ingeniería superior, mi doctorado, mis tres idiomas y toda mi ilusión de joven que esperaba recoger los frutos a tanto esfuerzo, me tuve que poner a vender bienes de equipo e instalaciones para la minería y obras públicas, ahí tuve que ponerme a prueba, la minería estaba en ruínas como siempre, y de O.P ni una acera, se hacía.

Mi mujer, colega mía y quizás con mas méritos que yo, empezó ganando 20.000 pesetas al mes en una multinacional, unos 120 euros de los de ahora, y con una responsabilidad importante, que a veces nos despertaba a las tres de la madrugada con gran sobresalto, niño llorando y yo jurando, y así estuvimos aguantando el chaparrón, hasta que pasó.

O sea, no siempre todo tiempo pasado fué mejor, pero ahora, entre unos y otros, entre pitos y flautas, hemos llegado a superar esos malos tragos ( culpables 50% de pitos, y 50% de flautas). 26,03% de paro, demasiao pal cuerpo, lo que pasó entonces ya es historia, lo que pasará ahora seguro que ni historia va a hacer, se quedará en una puta desgracia.

Entre pitos, flautas y D. Tancredos, esto parece que estemos celebrando un carnaval, y con cortinas de humo contínuas, corrupciones, secesenistas, huelgas salvajes, huídas de multinacionales, desinversiones, huídas de capitales, etc, se trata de tapar una muy posible explosión social a nada que nos distraigamos, o una salida de sables, si se "tercia", una de gambas.