Me declaro, públicamente, INSUMISO FISCAL.

En los últimos 5 años nos ha subido la carga fiscal casi un 80%, eso sin contar la utilización de la inflación como impuesto lo que hace que sea superior la carga.

¿Para qué? Para seguir manteniendo una estructura de gasto exactamente igual a la que nos ha llevado a esta ruina y, como es natural, a uno le entra la hartura, la hinchazón de sus partes más o menos nobles, el cabreo y las ganas de liarse a hostias con todos los mangantes de esta nuestra nación y por prolongación con los de la UE, con los del FMI, el BCE, y toda organización que irresponsablemente han ayudado a esta ruina.

Estoy harto de que con mis impuestos se mantenga una administración pública ineficaz, ineficiente, parasitaria y sobredimensionada que cada vez se entromete más y más en el quehacer cotidiano de los ciudadanos mermándoles parcelas de libertad.

Estoy harto de que con mi dinero se sufraguen partidos políticos, sindicatos, organizaciones patronales, ONGs, agrupaciones de toda índole y pelaje que solo se representan a sí mismas. Que se mantengan de sus afiliados y que dejen nuestro bolsillo tranquilo.

Estoy harto de que con mi dinero se siga manteniendo un sistema de enseñanza fracasado.

Estoy harto de que con mi dinero se siga manteniendo un sistema sanitario ineficiente, sobredimensionado en lo malo y deficiente en lo bueno. Estoy harto de pagar operaciones a quien en su puñetera vida ha cotizado al sistema.

Estoy harto de que con mi dinero se sufraguen las ansias faraónicas de cualquier politicucho palurdo con sus horribles e innecesarias obras. Estoy harto del desvío constante de comisiones a terceros, a cuartos y a todo bicho viviente arrimado a la teta del poder.

Estoy harto de que con mi dinero se paguen reuniones de etarras, embajadas catalónicas, y toda la parafernalia de los separadores, independentistas, terroristas, islamistas y demás calaña.

Estoy harto de todo esto y de mucho más. Y como nuestra casta política solo piensa en votos, en las próximas elecciones, en ¿cuánto me queda?, o en el ¿qué hay de lo mío?, la única solución es cerrar el grifo de la teta.

Así que confieso en público que soy un defraudador, contumaz y persistente. Este año sólo pagaré un 20% de los impuestos que me quieren robar. Y como puedo hacerlo, lo hago.