Nada original.

Pues sería demasiado pedir que los individuos sean mejores que la sociedad en la que viven y de la que forman parte.

Pero usted, yo, el vecino de al lado hacemos lo que esta sociedad nos exige que hagamos, si queremos sobrevivir. Pero ni una pizca de nuestra voluntad hay en las decisiones tomadas por ahí arriba, para que las cosas sean como son.

Solo unos pocos son responsables -los que tienen cogido la sartén por el mango- de que la sociedad sea decente, indecente o mediopensionista. Nosotros solo somos las víctimas -o los beneficiados en su caso- de lo que ellos deciden.

Por otro lado, de las cosas que ha mencionado hay algunas que difícilmente se puede encasillar en el capítulo de la corrupción, o la simple pillería:

Pedir trabajo para un hijo (supongo se refiere a un empresario) es lo mas normal que se pida ayuda a las gentes que conocemos, cuando estamos en dificultades y prestarla cuando nos lapiden si podemos hacerlo. Si no fuera así ¿Que sentido tendría vivir en sociedad?

Si los favores y prebendas a que se refiere son cosas ilegales por supuesto que es corrupción, pero si son legales ¿Por qué tendría que serlo?

Y en cuanto a lo de Hacienda, todos vemos en el Estado al monstruo que nos exprime, nos frie a impuestos, nos multa, nos reprime... ¿Que cosa mas lógica que defenderse de ese mosntruo insaciable? Distinto sería si usted puede demostrar que este Estado es justo y poco se le puede reprochar.

Y en cuanto a la inmoralidad en nuestra relaciones económicas con los demás, pienso que hay muchas mas gentes honradas que inmorales, a pesar de lo difícil que se lo ponen.

Lo que si es cierto es lo siguiente: el índice de moralidad de una sociedad estará siempre en proporción directa al de sus gobernantes.

No es nuestra influencia la que provoca la corrupción de los dirigentes, sino que son ellos la que determina el grado de moralidad de nosotros.

Y así serán las cosas en tanto no exista libertad política y nadie ejerza dominio sobre nadie, y por tanto todos y cada uno de nosotros seamos realmente responsables de todos nuestros actos.

Saludos