Recuerdo que era como(+)

una pesadilla y que a medida que transcurría el tiempo se nos fue quedando en la
memoria que aquello eran unos gobiernos calamitosos, con una administración
verdaderamente calamitosa, ruinosa, desde los veinte y tantos años de pujolismo hasta
los más recientes del tripartito. Es posible que el tiempo de Pascual Maragall quede a
salvo. Ahora están revolviendo en esos tiempos dando a entender que es algo nuevo, que
no se conocía. Y me pregunto, pero, ¿Tanto cuesta rastrear las hemerotecas para que
salga a relucir tanto desmán?. Es bien sencillo. Lo cierto es que desde siempre se nos ha
hecho creer que Cataluña era una sociedad como más madura, más moderna, y la verdad
es que, salvo excepciones, excepciones que propiciaron movimientos culturales muy en
la vanguardia, salvo esas excepciones, el resto era una sociedad tan corrientita como la
de cualquier otro punto de España, atrasadilla, fácilmente manipulable, inculta, y algo
borrega también.