Siempre nos quedarán los clásicos, si tuviéramos un poco de paciencia.

Parece generalmente "bien aceptado" que los medios, ese cuarto poder, que a veces se instituye en segundo, son estamentos del estado influenciados por el poder político, y cambian dinero por influencia, y así tienen la fiesta en paz y ganan todos.
Pocos son los medios que viven de sus lectores y de sus anuncios, y muchos los que necesitan de ese "empujón" institucional, de forma que cada vez más, se nota esa venta de su alma al diablo del dinero y del poder, y poco invitan a libre pensadores a abrir un diario, ya conocen su contenido, antes de abrirlo.
Ya estaría bien, que los medios estuvieran ideologizados, de esa forma harían mas fácil la elección, y al menos defenderían algún ideario, hoy día cualquier empresa periodística, es capaz de defender una cosa y la contraria, a nada que cambie el poder político. Se han quedado sin alma, sólo les queda el papel, los premios de sartenes, y los anuncios porno.
Ya no queda en que confiar, ni donde acudir a las fuentes, suerte que aún nos queda la historia, aunque también hay que escogerla con muchísimo cuidado, ya que los historiadores han salido como hongos, y en muchos se denotan también intereses espúrios, cuando no, hacer la historia con apaños de wikimedia.
Siempre nos quedarán los clásicos, lástima que en un mundo de prisas (de disloque), hay poco tiempo para entrar en detalles de 1000 páginas, y se prefiere ver algo mas ligero, como una serie de TV, en la que al final se puede caer en la manipulación, mundo sin alma el que nos hemos dado, mundo de apaños el que hemos construido, todos alimentan nuestras ganas de odiar.