Este miércoles, Putin ha aceptado las elecciones presidenciales ucranianas del 25 de mayo, un acto que Florentino Portero, historiador y analítico de política internacional, ha tildado de "táctico" En Casa de Herrero. En este sentido, ha explicado que "Rusia nunca se ha opuesto a elecciones" porque "lo que está demandando, vía diplomática, es que el nuevo Gobierno de Ucrania reforme la Constitución y dote a los territorios del sur y del este de autonomía suficiente".
Igualmente, ha comentado que esto supondría que "el Gobierno de Kiev renuncie a tener un control suficiente de esas provincias y pasado un tiempo ellas vía referéndum decidirían pedir la incorporación a Rusia. "Ese es el plan formal de los rusos", sentenció al tiempo que opinó que si este fuese mal "iría posiblemente a la incorporación a través de la violencia".
Florentino Portero ha comentado que lo que "venían diciendo los rusos" es que "no se reunían las condiciones para las elecciones", y que han pedido que "se retiren las tropas del Gobierno ucraniano para crear un ambiente suficientemente tranquilo para las elecciones", cuestión que el analista ha tildado de "trampa". "Al retirarse los carros, los prorrusos, que quieren ser ucranianos, se harían con el control de esas provincias".
El giro de Rusia
En este sentido, ha afirmado que "Rusia tiene que crear un suficiente mal ambiente, una tensión dentro del país" para que los prorrusos "consideren que les conviene ser parte de Rusia". A Putin le bastaba que "Ucrania como Bielorrusia renunciara a una política exterior, de defensa y económica propia, fueran Estados vasallos", ha comentado el historiador al tiempo que ha explicado que cuando Ucrania se acercó a la Unión Europea "Rusia dio un giro, presiona aún más y fuerza a Yanukóvich a renunciar al acuerdo con la UE y a incorporarse involuntariamente a la unión aduanera Rusa, que es el maidán de la revolución en la que estamos metidos".
Putin "no es ningún loco"
Por último, Florentino Portero ha afirmado que "Putin es una persona sensata y racional, no es ningún loco", al tiempo que afirmó que "hay una ventana de oportunidad" para él "que se llama Obama y una Europa dividida" y que "tiene que aprovechar estos dos años para consolidar sus posiciones". "El mayor miedo es que abra la puerta de los Estados Bálticos", sentenció.