
"No hay nada que informar en este momento. Y, si lo hay, vendrá de la Policía Metropolitana", así ha respondido el portavoz del matrimonio McCann y coordinador de la campaña ‘Find Madeleine’ a una usuaria de Facebook que preguntaba acerca de las pruebas de ADN que se ha realizado Julia Faustyna, la joven polaca que el pasado 14 de febrero se presentaba como la niña británica desaparecida en El Algarve (Portugal) en 2007.
Cuando la mujer -llamada Lynda- formuló su pregunta aún no se conocían los resultados de los análisis que finalmente demostraron que la chica -de 21 años- es "casi al cien por cien polaca", que tiene una "insignificante influencia lituana y rusa" y que no existe "ninguna conexión con raíces británicas o alemanas". La familia McCann no se ha pronunciado hasta que ha quedado descartada la posibilidad de que Julia fuese la pequeña Maddie.
El representante del matrimonio ha roto su silencio para dar una respuesta sencilla y contundente, en línea con la discreción que los McCann han mantenido hasta este momento. Reino Unido aprobó recientemente nuevos fondos para la investigación de casos de personas desaparecidas y todas sus esperanzas están puestas en el trabajo que está desarrollando la policía.
Entretanto se podría estar cocinando una guerra mediática entre Fia Johansson y la propia Julia. La joven estaría muy decepcionada con la particular detective privada, a la que llegó a calificar como su "ángel" y ahora acusa de no haberla querido ayudar nunca realmente. LLama la atención de la actitud de la medium persa, que guio buena parte de la campaña de Wendell para conocer "la verdad" y se la llevó a Los Ángeles para cuidarla.
Ahora poco parece importarle cómo pueda sentirse la chica y se dedica a publicar en sus redes todas las noticias que se publican sobre el enfado de Julia y las acusaciones que ha vertido sobre ella. Ella misma comentó en su perfil de Instagram que a la joven le estaba costando digerir los resultados de las pruebas de ADN y que se habría ido con su padre para recuperarse del golpe.
Hace apenas unas horas, Fia ya buscaba una nueva causa a la que engancharse desde su casa de Beverly Hills. "Cuando busques la verdad, deja que nuestra agencia te ponga de nuevo en tu zona de confort", señala el anuncio. "Estamos listos y preparados", asegura, "para obtener la información precisa oportuna y precisa sobre el tráfico sexual y las personas desaparecidas".
Parece que la medium ha puesto el punto final a esta historia y da por cerrado el capítulo de Julia Faustyna. Atrás quedaron -por tanto- las promesas que le realizó, respecto a llegar hasta el final del asunto. Muchas cuestiones han quedado sin resolver, como ella misma admitió en el comunicado con el que informó sobre los resultados de los análisis. Pero, como se suele decir, ha pasado "a otra cosa, mariposa".
Lo que está por ver es si Julia también ha dado por terminada su lucha, porque -aunque ya está claro que no es Madeleine- a lo largo de las últimas semanas ha podido confirmar que hay algunos aspectos oscuros en su pasado que merecen ser investigados y que su propia familia podría estar ocultándole información. Además, tanto ella como Fia, dejaron caer la posibilidad de que ella pudiera ser otra niña desaparecida que no fuese Maddie.
¿Oculta algo su familia?
"I am Madeleine MacCann", así se presentó Julia Faystyna ante el mundo el pasado 14 de febrero. Desde entonces su caso fue dando varios giros inesperados. Especialmente desde que entrara en escena la medium persa Fia Johansson, que se erigió como su portavoz y representante. La detective psíquica, que acumula millones de seguidores en sus redes sociales, se volcó en la investigación de la joven polaca.
Si hay algo que ambas tuvieron claro desde el principio es que la familia con la que se crio Julia esconde algo. Inicialmente por la actitud de la madre, que se negó a practicarse las pruebas de ADN y convenció al resto de que tampoco lo hiciera. Esto siempre según la versión de Johansson, que en una extensa declaración a través de Instagram explicó además que la mujer habría internado corromper al psiquiatra de la chica y habría mentido sobre sus problemas mentales.
La medium dio a entender que la chica era un estorbo para la madre y su pareja, y de ahí que incluso hubiese intentado internarla en un centro. "El padrastro de Julia nunca la quiso en la casa", llega a asegurar. Con posterioridad, también acuso al especialista de haberla envenenado prescribiéndole "35 pastillas diarias" que habría estado tomando "desde los siete años".
¿Dónde está su historial médico?
Quizás el más inquietante de los hallazgos de la detective psíquica fue el que tenía que ver con el historial médico de Julia, en el que no habría registros anteriores a los 5 años de edad. Algo que habría descubierto tras visitar el hospital de la ciudad polaca de Wroclaw, donde la joven habría nacido hace 21 años.
Así lo recogieron el periódico británico Daily Star y la publicación estadounidense Radar Online. "Sencillamente no existe", señaló la medium, "es muy extraño". Según aseguró, su equipo habría tenido acceso al historial y habría comprobado que "de cero meses a cinco años, todo falta". Tampoco figura -añadió- "firma de un médico que demuestre que se han eliminado registros de su archivo".
"Ella sencillamente no existe durante ese período de tiempo", dijo. Un descubrimiento que habría llevado tanto a Fia como a Julia a reafirmarse en que la familia de la joven polaca le oculta lo que pasó en sus primeros años de vida. Esto nos lleva a pensar que Julia pudiera volver al ruedo para intentar dar respuesta a los interrogantes que han quedado abiertos.



