Tras la sorpresa del primer momento y la conmoción posterior, Israel está a punto de iniciar la invasión terrestre de la Franja de Gaza con el objetivo de acabar con Hamás y que esta y otras organizaciones terroristas dejen de ser una amenaza para su población.
Estas dos semanas han servido para una movilización masiva de reservistas; estrechar la alianza con Estados Unidos, que se ha comprometido a prestar un apoyo total; preparar los planes y la logística del ataque; y, finalmente, castigar a los terroristas y sus instalaciones con unos intensos bombardeos que a buen seguro han debilitado ya su capacidad operativa.
En los próximos días se iniciará una invasión que tendrá, a decir de los expertos consultados por Libertad Digital, dos fases, una de toma del terreno más superficial y otra de operaciones en profundidad para acabar con cualquier capacidad operativa de Hamás, con sus infraestructuras en las ciudades o bajo tierra y con el mayor número posible de terroristas.
Los expertos creen que las decenas de rehenes israelíes de la banda terrorista no van a alterar los planes generales de esta invasión, excepto que en cuanto se tengan datos sobre el paralelo de uno de ellos se realizarán operaciones de rescate.


