
Aunque desde el Gobierno se feliciten de la creación de empleo y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiera convencernos de que su reforma laboral ha garantizado una mejor situación para los trabajadores españoles, la realidad es muy distinta. Ni la reforma laboral de Díaz ha impulsado la creación de empleo, ni ha ayudado a que los españoles gocen de una mejor situación laboral.
Con las subidas del Salario Mínimo implementadas por el Gobierno desde que Sánchez llegó a La Moncloa ocurre lo mismo. Si bien se nos vende que es necesario que el Ejecutivo aumente progresivamente este salario mínimo, en realidad supone un coste adicional para las empresas y, por tanto, repercute negativamente sobre el empleo. Así se desprende de los últimos informes publicados por la AIReF sobre la situación del mercado laboral, donde el organismo señala la incapacidad de la reforma de Díaz y de los efectos negativos derivados de los aumentos progresivos del SMI.
Impacto del SMI
Actualmente el Salario Mínimo es de 1.184 euros (en 14 pagas), habiéndose incrementado un 61% desde el año 2018. Dicho de otro modo: en los últimos siete años en salario mínimo se ha incrementado en 6.273 euros al año. Esto es para los progresista de nuestro país un verdadero éxito, puesto que, sostienen, con ello se garantizan los derechos de los trabajadores. Sin embargo, la teoría económica nos dice que imponer un precio mínimo en cualquier mercado generará un exceso de oferta y una escasez de demanda.
Trasladado al mercado laboral, esto implica que el salario mínimo puede impulsar la destrucción de empleo. Y si bien la ministra de Trabajo se empeña en negar esta realidad, un reciente estudio de la AIReF demuestra que las subidas del SMI en los últimos años han tenido un impacto negativo sobre el mercado laboral.
Así, el organismo recuerda que, a nivel microeconómico, el aumento SMI implica un aumento de los costes para las empresas si no viene acompañado por un incremento de la productividad. En este sentido, la AIReF desvela que el efecto de las subidas del SMI desde el año 2019 ha sido siempre negativo. En concreto, en el informe se detalla que "todos los ejercicios disponibles hallaban una elasticidad negativa del empleo ante variaciones en el SMI".
Pero hay más: el impacto negativo de la subida del año 2023 fue mayor incluso que el que supuso el incremento de 2019: "el efecto del SMI sobre la afiliación es estadísticamente significativo y más acusado en 2023 que en 2019, entre 55.000 y 85.000 afiliados menos en 2023 frente a 40.000 y 65.000 en 2019", explica la AIReF.
A todo ello cabe añadir, además, que el informe de la AIReF no contempla el impacto indirecto que han podido suponer las diferentes subidas del SMI. "Las estimaciones no incorporan los posibles efectos indirectos derivados del aumento de la renta disponible, como un mayor consumo, que podrían haber amortiguado parcialmente la pérdida de empleo estimada", aclara el organismo, asegurando que "tampoco se estiman los posibles efectos sobre la distribución salarial".
Una reforma laboral de limitado alcance
Con todo, la institución que preside Cristina Herrero ha publicado también un informe que evalúa el alcance que ha tenido la reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz. Y la conclusión de la AIReF es contundente: la reforma de la ministra de Trabajo apenas ha logrado mejorar la situación laboral de los trabajadores en nuestro país. Concretamente, el organismo subraya que "en conjunto, los resultados indican que las reformas han tenido un efecto positivo sobre la inserción laboral, aunque de alcance limitado".
Al respecto, la AIReF explica que, aunque algunos colectivos han experimentado una mejora relativa, lo cierto es que "persisten desigualdades estructurales: los jóvenes y los mayores de 55 años continúan siendo los más vulnerables, y los perceptores de prestaciones continúan afrontando barreras para reinsertarse". De hecho, el informe detalla que "las reformas han contribuido a reducir parcialmente ciertas brechas, pero no han alterado de manera sustancial la profunda segmentación que caracteriza las transiciones del desempleo al empleo en el mercado laboral español".
Al mismo tiempo, el informe deja claro también que los extranjeros tampoco se han visto especialmente favorecidos por la reforma de Yolanda Díaz, puesto que "no se observa una mejora clara en la inserción laboral de las personas extranjeras en los años recientes". En concreto, la AIReF explica que "aunque presentan una mayor probabilidad de inserción en los seis primeros meses de desempleo, esta ventaja desaparece a medida que aumenta la duración". De hecho, el organismo subraya que "el factor de cambio muestra un mayor beneficio relativo para las personas con nacionalidad española, especialmente a partir del sexto mes de desempleo".
En consecuencia, como vemos, "el impacto medio de las reformas sobre la probabilidad de encontrar empleo es reducido". Es más, según la AIReF, en realidad "las probabilidades predichas resultan prácticamente iguales antes y después de las reformas a lo largo del primer año de desempleo". Por lo tanto, de nada sirve que el Gobierno quiera hacernos ver una realidad distinta: los distintos análisis empíricos realizados tras la siete años de Gobierno en los que se han puesto en marcha políticas cada vez más intervencionistas en materia laboral demuestran la incapacidad de Yolanda Díaz para mejorar la situación laboral de los españoles.


