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Sánchez, acorralado por sus socios: las discrepancias económicas llevan al Gobierno al colapso

La incapacidad de Sánchez de contentar al mismo tiempo a Junts y a Sumar, Podemos y ERC hace imposible la gobernabilidad.

La incapacidad de Sánchez de contentar al mismo tiempo a Junts y a Sumar, Podemos y ERC hace imposible la gobernabilidad.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez abandona la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso. EFE/Javier Lizón | EFE

Las discrepancias económicas entre los socios del Gobierno Frankenstein de Pedro Sánchez son ya tan irreconciliables, que tienen contra las cuerdas al Ejecutivo. La incapacidad del líder del PSOE de contentar al mismo tiempo a Junts y a Sumar, Podemos y ERC hace imposible cualquier intento de gobernabilidad.

Con la legislatura al borde del colapso, Sánchez no puede ni aprobar los Presupuestos de 2026 (lo que supone un importante fracaso político) ni llevar a cabo cualquier tipo de reforma de calado porque, previsiblemente, será tumbada en el Congreso como ya ha ocurrido en el pasado.

Para más inri, esta semana, Carles Puigdemont rompía con Sánchez y le dejaba oficialmente sin su apoyo parlamentario. Eso sí, quedaba descartada la moción de censura. Los compromisos incumplidos de los socialistas en materia de amnistía o inmigración y el auge de Sílvia Orriols en Cataluña frente a Junts han hecho perder la paciencia a los independentistas.

El cupo catalán: la gran incoherencia

En materia económica, la falta de concreción y de avance del cupo catalán también ha influido en la ruptura de Junts con Sánchez. El Gobierno aprobó una condonación masiva de parte de la deuda de las autonomías para contentar a Cataluña, así como la entrega de la Agencia Tributaria a esta región, lo que supondría la salida de Cataluña del sistema de financiación. Sin embargo, ninguna de estas dos medidas se ha materializado todavía.

Ambas decisiones han suscitado los recelos de algunos miembros de Sumar y de Podemos, aunque en este caso, todo apunta a que serían dos sapos que estos partidos acabarían tragando si Sánchez consiguiera llevarlas a cabo (la quita de la deuda es más fácil de aplicar que la entrega de la llave de la caja).

Eso sí, teniendo en cuenta que la concesión de Sánchez se resume en permitir a la segunda región más rica del país (Cataluña) aportar menos fondos a la caja común, en perjuicio de las regiones más pobres, su puesta en marcha no podría resultar más incoherente con la ideología de izquierdas.

El mayor fracaso del curso

Sin embargo, hay otras medidas en materia económica donde las posiciones de los socios de Sánchez están más enfrentadas. El capítulo más bochornoso del nuevo curso político tuvo lugar en septiembre, cuando Junts votó en contra del proyecto de ley para rebajar la jornada laboral máxima en España hasta las 37,5 horas semanales.

Se trata de la medida estrella de Yolanda Díaz en esta legislatura, y estaba apoyada por PSOE, ERC y Podemos (que pedían limitar el trabajo hasta 30 horas a la semana). Pero Junts, consciente de que esta medida perjudicaría, sobre todo, a la actividad de pymes y autónomos de Cataluña, que son los que más dificultades tienen para asumir un aumento de sus costes de este calado, se negó.

No a la subida de cuotas a los autónomos

Recientemente, y después del fiasco de la reducción de la jornada laboral, Junts también ha mostrado su rechazo a la propuesta del Ministerio de la Seguridad Social para disparar las cuotas de los autónomos durante los próximos tres años, que luego el Gobierno ha tenido que suavizar.

A pesar de que los socialistas han moderado el golpe a los autónomos convenciendo a partidos como Sumar, los de Puigdemont se niegan a aplicar la segunda propuesta. "No sabemos bien en qué mundo viven ni a quién escuchan, pero está claro que no escuchan a los trabajadores autónomos de Cataluña", señaló la portavoz de los independentistas, Miriam Nogueras, tras conocer la segunda oferta.

Impuestos

A pesar de que Junts ha contribuido a convertir Cataluña en un infierno fiscal cuando gobernaba, los de Puigdemont han ejecutado varios movimientos en materia fiscal que contradicen a Sánchez y a sus socios.

El último fue hace unos días, cuando el presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet, anunció que presentará una proposición de ley para bajar el tramo autonómico del IRPF y Sucesiones. En plena ofensiva del Gobierno de Pedro Sánchez para llevar a cabo la armonización autonómica y hacer que regiones como Madrid suban, precisamente, los tramos de estos impuestos, la postura de Junts volvería a chocar.

Cabe recordar que, en materia fiscal, uno de los mayores choques entre Junts y los socios de Sánchez fue su oposición a la subida del impuestazo a las energéticas. La razón era el miedo de los independentistas a que las compañías huyeran de su región (o no implantaran nuevos proyectos). Este palo a las grandes compañías era una exigencia de Podemos y un deseo de los socialistas, que acabaron perdiendo esa batalla frente a Junts.

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