
La situación en las salas de asilo del aeropuerto de Madrid-Barajas sigue siendo preocupante. Hace ya varias semanas que se ha desbordado su capacidad. Los últimos datos son que hay más de 300 personas en unas instalaciones que no deberían albergar a mucho más de un centenar. Y eso que el Ministerio del Interior ha llevado a algunas personas al CIE de Aluche, recién reabierto, con falta de personal y con un difícil encaje legal.
Lo llamativo de la situación es que ni AENA –la empresa pública del Ministerio de Transportes responsable de la gestión de los aeropuertos– ni el Ministerio del Interior han reparado en los últimos días los puntos de fuga por los que se cometieron las huidas de marroquíes solicitantes de asilo los pasados 11 y 12 de enero. Ni la ventana rota en la sala de asilo de la Terminal 4S (satélite) ni los falsos techos rotos de la sala de asilo de la Terminal 1.
"Los puntos de fuga siguen sin sellarse. Si AENA no sella los falsos techos o las ventanas rotas seguirán produciéndose fugas por los puntos débiles que estas personas detecten", ha explicado Jacobo Rodríguez, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), en Es la Mañana de Federico. "No se han aportado soluciones eficaces y efectivas", han mantenido este jueves desde la Unión Federal de Policía (UFP).
De hecho, esta falta de reparaciones ha provocado que los agentes de la Policía tuvieran que evitar durante la noche de este miércoles un nuevo intento de fuga. "Se han producido ya dos fugas y en la noche de ayer se ha podido frustrar otra más", han explicado desde UFP. Fuentes del SUP también confirman que los solicitantes de asilo trataron de abrir un butrón o agujero en una pared para tratar de huir.
"Estas salas son prácticamente de cartón piedra, lo que puede facilitar fugas de unas personas que no están sometidas a un régimen penitenciario ni han cometido delito alguno, por lo tanto la custodia de la Policía allí no puede ser como en una prisión", ha añadido a su explicación de la situación Jacobo Rodríguez en Es la Mañana de Federico. Fuentes policiales ya explicaron en Libertad Digital hace unos días que "las salas de asilo de los aeropuertos son solo salas donde va la gente que es rechazada en frontera a la espera de que su situación se resuelva. No son una prisión, no tienen medidas de seguridad".
Por si la situación fuera poco complicada, a todo esto se une la escasez de personal policial que hay en el aeropuerto de Madrid-Barajas. "Solicitamos al Ministerio del Interior que cubra de una vez por todas las 200 vacantes que existen en la plantilla de dicho aeropuerto para así poder garantizar la seguridad y poder prestar un servicio eficaz en unas instalaciones que son reflejo de nuestro país para visitantes y usuarios", apuntan desde la UFP.
La Confederación Española de Policía (CEP) es muy crítica con la situación de seguridad en el aeródromo madrileño: "Lo que está ocurriendo en el aeropuerto de Barajas se veía venir, porque la tendencia al alza en el número de peticiones de asilo durante 2023 era muy llamativa. Y esa es la clave: que pudiendo haberse adoptado medidas, se prefirió obviar una crisis bastante previsible".
"Durante mucho tiempo han mantenido un servicio de seguridad testimonial en las dos salas de asilo (hoy tres), sabiendo que el aumento de personas alojadas en ella, en condiciones insalubres o no dignas, podría derivar en situaciones de tensión. Tampoco han sometido esas salas a estudios de riesgo previos, para detectar los puntos vulnerables por los que se pudieran fugar esos solicitantes de asilo", denuncian desde el CEP.
El estado de insalubridad en las salas sigue siendo también un tema relevante. De hecho, el hacinamiento que hay en estas salas, unido a la rapidez con la que se está generando basura y la lentitud con la que la misma es retirada ha provocado "una plaga de chinches y cucarachas", según denuncia la UFP.
Una gestión de la suciedad que también ha sido denunciada por Jacobo Rodríguez en los micrófonos de esRadio. "La solución de AENA y la Cruz Roja, responsables de la sala, ha sido enviar a dos limpiadoras con legía en lugar de realizar una fumigación repetida en el tiempo para evitar la proliferación de estos insectos. La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha enviado un grupo de limpieza propio para reforzar la limpieza en las salas, aun no siendo la institución encargada de realizar dicho servicio", ha dicho el portavoz del SUP.

