Fin de la aventura. Al menos de momento. Juan Lobato cedió a las presiones internas y anunció este miércoles su dimisión como secretario general del PSOE de Madrid. La investigación abierta al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en el Tribunal Supremo dio el lunes un salto cualitativo cuando ABC reveló que el correo con los datos reservados de la pareja de Isabel Díaz Ayuso fue a parar el 13 de marzo a la Moncloa y desde allí se involucró al líder de los socialistas madrileños para que lo usara contra la presidenta en la Asamblea. Lobato accedió a ello una vez que el documento fue publicado también en los medios afines al Gobierno.
Pero el dirigente socialista no denunció esta estrategia a pesar de las dudas legales que le generaba. De hecho, a día de hoy sigue sin hacerlo. Sí acudió hace unas semanas a una notaría para levantar acta de la conversación que mantuvo por WhatsApp con Pilar Sánchez Acera, quien era entonces la mano derecha de Óscar López, en ese momento jefe de Gabinete de Pedro Sánchez y actual ministro de Transformación Digital así como candidato de Ferraz para ocupar el puesto ahora ya vacante al frente del PSOE madrileño. Lobato fue a la notaría casi ocho meses después, sólo cuando el Supremo ordenó el registro de los despachos del fiscal general del Estado y la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, también imputada.
Lo hizo a espaldas del partido, según aseguró él mismo en las numerosas explicaciones que ofreció el pasado lunes. "No lo consulto ni con dirección, nuestra ni de Ferraz ni de nadie. Es un tema personal, de que lo que hay en mi teléfono quede acreditado ahí por si se perdía la información de mi móvil". Todo ello le llevó a perder el apoyo de buena parte de la ejecutiva regional del PSOE, del grupo parlamentario y municipal y de otros cargos en Madrid, que salieron, la mayoría de forma anónima, a cargar contra él públicamente.
En un primer momento, pareció que Lobato iba a resistir, al menos hasta el viernes cuando arranca el 41º Congreso Federal del PSOE y cuando tendrá lugar su declaración ante el Supremo, donde ha sido llamado en calidad de testigo. No se descartan más citaciones: la de Pilar Sánchez Acera ya se ha solicitado por parte del sindicato Manos Limpias.
Así, este martes el todavía secretario general del PSOE de Madrid desafió a Pedro Sánchez y calificó de "linchamiento" la reacción de buena parte de su partido. "Vista la reacción de algunos dirigentes parece como si de alguna manera se dudara sobre la veracidad de lo que ahí se me dijo", deslizó Lobato abriendo por primera vez la puerta al posible origen ilícito del contenido del correo que le hizo llegar Sánchez Acera. El portavoz de los socialistas en la Asamblea advirtió también de que "la democracia y la ley están siempre por encima de los partidos políticos y de los dirigentes del PSOE" y subrayó que el suyo "no es una secta ni es una agencia de colocación de amigos a los que proteger".
Poco más de 24 horas después presentaba su dimisión "para poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave" entre las filas socialistas. Juan Lobato hizo de su carta de cese un alegato de lo que debería ser "la política con mayúsculas" y no la actual deriva en la que se encuentra inmersa su partido. "La que escucha, la que argumenta, la que no insulta o aniquila al propio o al de enfrente, sino que trata de convencerle y buscar puntos en común". "Yo no creo en la destrucción del adversario, en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente. (…) Sin duda mi forma de hacer política no es igual ni quizá en ocasiones compatible con la que una mayoría de la dirigencia actual de mi partido tiene".
En su carta de dimisión, Lobato confirma su renuncia pero no aclara qué ocurrirá con su acta de diputado en la Asamblea de Madrid y de senador y deja la puerta semiabierta a un posible regreso. "Mi compromiso con el PSOE sigue y seguirá ahí. Hoy doy un paso al lado del liderazgo".
Ahora una gestora se hará cargo del PSOE-M hasta su congreso autonómico, previsto inicialmente para el próximo enero. Dicha gestora estará presidida por Isaura Leal, diputada por Madrid en el Congreso de los Diputados. Y Pedro Sánchez consigue una victoria más, pero a corto plazo: controlará la federación madrileña pero todo a punta a que volverá a perder la región capital en unas próximas elecciones.
Ayuso: "No es un criminal, está sentenciado en el sanchismo"
Lobato no puede decir que todo esto le haya cogido de total improviso. Su principal adversaria política ya se lo advirtió hace no mucho. "Lo que le pido, sobre todo, es que sea valiente porque usted no es un criminal y, por tanto, está sentenciado en el sanchismo", predijo Isabel Díaz Ayuso el pasado 19 de septiembre haciendo referencia a los numerosos rumores que ya había sobre las intenciones de Ferraz de quitarse de en medio al portavoz socialista.
"Le pido que sea valiente y vea lo que está haciendo Lambán, lo que ha hecho Leguina y lo que ha hecho Felipe González y lo que han hecho tantos socialistas que han estado a la altura en los momentos más difíciles, porque, al menos, cuando pase a la historia de la Comunidad de Madrid, la gente podrá decir: ‘Sí, pero peleó por España y por Madrid’. Ahí le dejo el consejo".
Pero ahora las cosas han cambiado. Desde el entorno de Ayuso cargan contra el exdirigente socialista. Lo hacen tras comprobar que no le importó entrar de lleno en la estrategia de Moncloa y mostrar el correo con los datos confidenciales de Alberto González Amador con tal de atacarla. El martes, de hecho, Alfonso Serrano aseguró que el documento que exhibió Lobato el pasado 14 de marzo "no es ninguna copia facilitada por ningún medio de comunicación, es el documento original intacto que estaba en poder de la Fiscalía General del Estado. Y si le llega a Lobato es porque el origen está en la Fiscalía y le llega a través del Palacio de la Moncloa".
Precisamente por este hecho el número dos de Ayuso en el PP de Madrid, tras conocerse su dimisión, calificó al secretario general de los socialistas madrileños de "presunto delincuente, uno más en la lista del PSOE". Al mostrar el email de la Fiscalía, "Lobato ha cometido graves actos delictivos en consonancia con sus compañeros. Si se matan entre ellos no significa que uno de ellos sea mejor. Él se va primero y el resto se irán después".
No obstante, desde el PP de Madrid recuerdan que llevan tiempo avisando de que "el problema no es Lobato, el problema es quien filtra y quien da las instrucciones". En este punto el secretario general de los populares madrileños colocó dos nombres sobre la mesa: Óscar López y Pedro Sánchez. "Deberían dar explicaciones y después seguir los pasos de Lobato, dimitir y convocar elecciones".
Serrano denunció que "no es propio de una democracia que un Gobierno use al aparato del Estado para, filtrando información protegida, amedrentar a adversarios, a críticos, a jueces y a medios. Sánchez ha traspasado todos los límites mientras tiene a su mujer, a su hermano y a cargos de su partido imputados. Tienen que irse".