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Fractura en el PP: Pérez Espinosa pierde apoyos como candidata en Asturias

Asturias volvió a conseguir que Génova se pareciera a una olla a presión. Pérez Espinosa pierde enteros, mientras los gana Mercedes Fernández.

Federico entrevista a Álvarez Cascos

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Asturias volvió a conseguir que Génova se pareciera a una olla a presión. Pérez Espinosa pierde enteros, mientras los gana Mercedes Fernández.

El Partido Popular aún no se ha repuesto del bombazo que supuso la convocatoria extraordinaria de elecciones en Asturias. A su dirección le pilló, más que con el pie cambiado, completamente fuera de juego. Y no fue menor la sorpresa para Mariano Rajoy, a quien le pusieron al tanto al término de la reunión del Consejo Europeo, siendo su cara la máxima expresión de alguien a quien se le abre un nuevo frente.

La plaza asturiana nunca ha sido fácil para el PP, abierto en canal con guerras internas de todo tipo. Tras el batacazo electoral del 22 de mayo, Génova se había propuesto una purga en toda regla que ya daba sus primeros pasos: Gabino de Lorenzo -histórico alcalde de Oviedo- fue elegido delegado del Gobierno, y Ovidio Sánchez -presidente de partido- recibió como premio de consolación un escaño en el Congreso de los Diputados. La renovación se consagraría tras el congreso regional, previsto para después del cónclave, a nivel nacional, que se celebrará del 17 al 19 en Sevilla.

Sin embargo, el movimiento de Francisco Álvarez Cascos ha hecho estallar esta agenda y ha puesto a trabajar a unos cuadros del partido que, hasta el martes, sólo tenían un objetivo: arrebatar Andalucía al PSOE. Ahora, explica un miembro de la vicesecretaría de Organización, Génova también tendrá que estar pendiente del Principado, con todo el trabajo de infraestructura -movimiento de altos cargos incluido- que supone.

Pero, aún más importante, el gran problema del PP asturiano es la ausencia total de un líder que arrastre las siglas. "En Andalucía tenemos a Arenas y eso nadie lo discute pero ¿en Asturias a quién tenemos?", reflexionaba, en conversación informal, un miembro de la plana mayor. La crisis no es baladí, y de hecho ha dividido ya -24 horas después del anuncio de elecciones- a sectores muy importantes de la formación.

Están quienes vuelven a apostar por Isabel Pérez Espinosa, pese a que el PP cosechó unos paupérrimos resultados el 22-M, situando al partido como tercera fuerza, tras PSOE y Foro respectivamente. El fichaje final de Rajoy contó como gran apoyo en la particular contienda previa a María Dolores de Cospedal; un respaldo con el que aún seguirían contando, según las fuentes consultadas.

La propia Pérez Espinosa confirmó este manto de la Secretaría General en su día, y su peso actualmente se mantenía parcialmente ya que se ocupaba de dirigir el Grupo Popular en el Parlamento regional, hasta que el cónclave regional reorganizara el puzzle interno.

En contra de la reelección, el denominado aparato casi en pleno. Cuando aún no había sido designada, destacados como Javier Arenas o Ana Mato, que aún mantienen intactas sus vicesecretarías en Génova, maniobraron a favor del general secretario hasta que la negociación con el PP de Asturias se hizo imposible.

De este sector, y de otros, surge otro nombre con fuerza; el de Mercedes Fernández, número uno de las listas electorales por Asturias en las últimas generales, y que despierta muchas más simpatías en Madrid, incluida la de Rajoy. Vaya por delante que es amiga íntima del  propio Cascos, pero incluso eso lo ven como una ventaja en determinados ambientes del PP, en el que el barón autonómico se sigue viendo como un amigo. Además, su perfil económico le permite más balones a puerta, a tenor del contexto de crisis que sufre el país, por ende también la comunidad.

La tercera vía sería un nuevo fichaje para relanzar la marca PP en una región de la que aún no existen sondeos internos, más allá de la encuesta que supuseron las elecciones generales, y que fue muy favorable para los intereses de Rajoy. Un extremo, admiten en Génova, que es "poco fiable" ya que "los ciudadanos distinguen mucho" entre unos comicios y otros.

La última palabra la tendrá Rajoy, ausente de los asuntos de partido para centrarse en lo importante. Ahora bien, qué duda cabe que reenganchar Asturias sería una buena noticia para el Gobierno, que ve en Cascos un enemigo igual, o peor, que el PSOE. Fuentes autorizadas confirmaron la intención del presidente de involucrarse, como también lo hará con Andalucía. Pero, antes, el PP se tendrá que reorganizar en tiempo récord en una "casa de locos", como suelen denominar en las altas instancias a los cuadros asturianos. "De las decisiones que tomemos ahora, tendremos la oportunidad de rectificar o volver a pegárnosla", sentencia un cargo popular, que remata: si perdemos será la primera derrota electoral de Rajoy como presidente.

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