Alfredo Pérez Rubalcaba sigue dejando claro que él habla de lo que le parece oportuno y que no tiene por qué contestar ni a las preguntas de la prensa ni a las del PP. El vicepresidente primero del Gobierno no ha desmentido todavía a ETA, tras la publicación de sus actas, y sigue escudándose en un clamoroso silencio. Hoy no eran pocas las preguntas que intentaban conseguir un desmentido. En primer lugar sobre la negociación que, según los citados documentos internos, siguió manteniendo el Gobierno con ETA en noviembre de 2007, once meses después del atentado de la T-4.
"Me remito a lo que dije en el Congreso, y me remito a lo que dije en el Congreso.Si reproché al PP que llevara al debate del Congreso determinado tipo de documentos, no voy a comentarlo yo desde aquí. Por lo tanto, no. No lo voy a comentar y no tengo más que decir".
El silencio era el mismo cuando le preguntaban por el contraste entre la nula credibilidad que le da el Gobierno a las citadas actas y la credibilidad que sí le da a otros documentos internos: los de las asambleas de los asesinos valorando el proceso de negociación y los documentos que la Guardia Civil y la Policía utilizaron como base para sus informes sobre Sortu, y que utilizaron la Abogacía y la Fiscalía General del Estado en sus recursos posteriores.
"Sobre este tema, ya hablé en el Parlamento el otro día y me remito a esa contestación". Es lo único que se ha limitado a decir Rubalcaba a pesar de que los periodistas le han preguntado una segunda vez por esta cuestión.
El también ministro del Interior tampoco ha valorado la sentencia del Tribunal Supremo sobre Sortu y el voto particular que engloba a siete magistrados del alto tribunal. "Se que ha salido, pero no he podido leerla. Ni la sentencia ni siquiera el voto particular. Lo haré este fin de semana y si me merece algún comentario, lo haré público". Aunque ha manifestado su satisfacción porque la sentencia "por mayoría, es verdad que no por unanimidad, había dado la razón a las demandas del abogado del Estado y de la Fiscalía".
Aznar tiene "las tripas atascadas"
Rubalcaba ha vuelto a justificar su "prudencia" porque es "el responsable de la lucha antiterrorista" que dice que "estamos abordando el final del terrorismo, es una percepción personal nadie me lo quitará de la cabeza porque creo que es así". Aunque esto no ha evitado que cargara duramente contra el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, por haber comparado el caso Faisán con los GAL. "No voy a hacer comentarios y menos de las cosas que dice el ex presidente Aznar que creo, de verdad, que las cosas que dice se comentan por sí solas. No hay más que escucharle para saber que le pasa por la cabeza, y yo diría por las tripas, que es un sitio mucho peor para uno tener las cosas atascadas".
Su estrategia: el 'malo' es el PP
El único asunto que le ha merecido comentario alguno a Rubalcaba en materia antiterrorista es la actitud del PP. "Es verdad que cuando escucho a algún dirigente del PP hablar del pacto antiterrorista pienso que menos mal que lo respetan porque si no, no sé qué harían conmigo, qué suerte tengo que están en el pacto, si no, no sé lo que me podría esperar".
Seguidamente dijo que la política antiterrorista "va bien, muy bien, entre otras cosas porque en la tregua se hicieron las cosas bien y ETA salió derrotada política y policialmente". Insistió en que "estamos en el principio del fin" de ETA "y no quiero que se estropeen las cosas, así que no voy a entrar en polémica con el PP".