
Sólo un día después del retiro espiritual de Mariano Rajoy con su cúpula en Toledo, el Comité de Derechos y Garantías del PP ha anunciado que Ricardo Costa y Manuel Cobo vuelven a ser militantes de pleno derecho de la formación.
Desde mayo, el órgano interno que dirige Alfonso Fernández Mañueco estaba en plazo para revisar la sanción disciplinaria, habida cuenta de que la multa, una vez analizados los pliegos de cargos, fue para ambos un año sin carnet revisable a los seis meses.
Al final, la decisión llega dos meses antes de que expirara el plazo y lo hace, según fuentes del aparato del partido, porque Mariano Rajoy quería solucionar este "lío interno" antes de que terminara el periodo de vacaciones. "Mejor ahora que después, cuando ya estemos inmersos en el nuevo curso político", arguyen desde Génova.
En este sentido, un miembro de la dirección nacional asegura que, con la militancia vigente, ni Costa ni Cobo tendrán problema alguno para formar parte de las listas electorales de cara a la cita con las urnas de 2011. De hecho, "lo lógico, a la vista del proceder de ambos, es que formen parte de la candidatura del PP".
Comportamiento "plenamente satisfactorio"
Concretamente, el Partido Popular informa en una nota de que el Comité de Derechos y Garantías "ha resuelto, en su reunión de hoy viernes, levantar la sanción y dejar sin efecto la suspensión de militancia". Traducido: "tanto Cobo como Costa recobran plenamente todos sus derechos como militantes del partido".
Recuerda la formación que el pasado 25 de marzo de 2010, el Comité resolvió sancionar a ambos dirigentes a un año de suspensión de militancia por la comisión de "una falta grave prevista en los estatutos", la cual se hizo efectiva el 3 de noviembre de 2009.
Esta resolución preveía, según continúa la nota, revisar la sanción una vez transcurridos los seis meses, y el Comité ha decidido levantar la suspensión "a la vista del comportamiento plenamente satisfactorio de ambos".
Sanciones iguales, hechos diferentes
Los cargos de Cobo y Costa son, pese a lo que pudiera parecer, radicalmente distintos. El pupilo del alcalde de Madrid fue sancionado por insultar a Esperanza Aguirre en las páginas del diario El País. El segundo, implicado en el caso Gürtel, por atribuirse el cargo de secretario general del PPCV amparándose en que no había sido cesado, pese a que la dirección nacional sí que le daba por destituido.
Así pues, el caso del vicealcalde de la capital es aún más grave ya que nunca se ha retractado de lo dicho ni ha pedido perdón a la víctima. En Génova son conscientes de que ambos extremos son ciertos, pero ponen el énfasis en que Rajoy exigió a Cobo que retirara el recurso sobre la falsa trama de espionaje en la Comunidad de Madrid, gesto que esperan que tenga en cuenta a Aguirre cuando le pregunten por la resolución del Comité de Derechos y Garantías.

