La Policía Autónoma Vasca recibe muchas críticas justificadas. Su ineficacia es política más que funcionarial. Un caso. Se declara un incendio en un piso de una casa de Guipúzcoa. Una niña está en el balcón, nerviosísima, y hace ademán de saltar. En la calle está un policía de paisano, fuera de servicio. El hombre hace un gesto a la niña para que salte, que él la recogerá. Así sucede. La niña se salva con solo algunas magulladuras, igual que el policía. La noticia es que el policía se niega a que le reconozcan, a que le entrevisten. No hay homenaje.
Homenaje imposible a la Policía Vasca
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