Ha sido todavía más obsceno que la manipulación del 13-M. Ha mostrado, todavía más a las claras, la verdadera faz de la izquierda española, incapaz de grandeza, de sacrificio, de visión de Gobierno, de sentido de la Nación y de la más mínima cautela en asuntos de Estado. PSOE y PCE han actuado en Leganés (con los farsantes contra la guerra como burladero móvil) que están dispuestos a actuar como brazo político y publicitario de los terroristas. Sin vergüenza. Sin escrúpulos. Sin que Zapatero haya desautorizado al alcalde de Leganés, del PSOE.
Si Al-Qaeda tuviera en España un partido político al modo batasuno, ¿qué habría hecho? Pues lo natural y lógico: manifestarse lamentando los muertos y pidiendo la retirada de las tropas de Irak y Afganistán (es decir, la deserción del campo occidental por parte de España); subrayar en la calle con alharacas populistas lo que remitía al ABC como condiciones para dejar de matar españoles "como queramos y cuando queramos": retirada de las tropas, rendición ante el terrorismo islámico y preparación psicológica de la opinión pública española para futuras concesiones a cambio de la "paz", que no es sino colaboración con los suicidas criminales y criminosos, con los siniestros ejércitos de Alá.