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Agapito Maestre

Demagogia y sabiduría

Ojalá que el PP se tome en serio el decreto o decretos que prepara el Gobierno, es decir, que no los descalifique globalmente, y abra un debate en todas las instituciones y en la calle sobre cada una de las medidas propuestas por Zapatero.

Nadie se haga ilusiones con las medidas tomadas por Zapatero. Muchos están dando por hecho con demasiada facilidad que el PSOE está en caída libre. ¡Quién lo sabe! Los acreedores de los mercados y las autoridades monetarias de la UE obligaron al Gobierno a anunciar, hace ya una semana, un plan de ajuste del gasto público. El anuncio fue muy general. El recorte lo sufrirán, en primer lugar, los pensionistas y los funcionarios. Las reacciones no han sido demasiado duras ni severas. ¿Cómo afectará esos recortes a los resultados electorales? Quizá castiguen al Gobierno, quizá crezca la abstención, pero, nadie se engañe, nada es seguro en cuestión de predicción electoral.

Ni siquiera en España, a pesar de su alto índices de analfabetismo político, las predicciones son sencillas. Puede que Rajoy gane sin despeinarse, como algunos vaticinan, pero hay una parte de la sociedad española que no se dejará convencer sin el esfuerzo de los políticos. Aunque soy de la opinión de que la sociedad civil española está pastoreada en su mayor parte por las elites políticas, eso no significa que la conducta política sea fácilmente predecible. Creo que una buena parte de la sociedad española, como otras sociedades europeas, ha desarrollado mecanismos difíciles de controlar por los políticos.

Por lo tanto, también en España ha crecido una conducta política autónoma de las elites políticas, que trata de alcanzar objetivos políticos muy concretos antes que apoyar a un grupo u otro de los partidos políticos. Basta observar la discusión del jueves en la Asamblea de Madrid, especialmente cuando el asunto derivó sobre quién pagará el "nuevo impuesto para ricos" que prepara el Gobierno, para saber que las cosas no son tan simples cómo creen los socialistas. ¡Irónica e inteligente estuvo la señora Aguirre cuando apuntó que sólo gente como Bono podría pagar el nuevo tributo que prepara Zapatero!

Ojalá que el PP se tome en serio el decreto o decretos que prepara el Gobierno, es decir, que no los descalifique globalmente, y abra un debate en todas las instituciones y en la calle sobre cada una de las medidas propuestas por Zapatero. Hasta ahora, por desgracia, los debates entre el Gobierno y la Oposición no han girado sobre qué medidas son las más racionales y ajustadas para solventar la crisis, sino cuáles pueden incidir mejor en obtener más votos en los respectivos partidos. El Gobierno es muy reaccionario y juega con miles de encuestas para que sus electores no sean los más perjudicados, pero el PP guarda mucho silencio en asuntos claves, incluidos los recortes que deberían hacerse en los gastos generados directamente por las instituciones políticas.

Es, pues, el momento de que el PP salte a los espacios públicos y manifieste sin tapujos sus críticas y alternativas concretas. Estoy convencido de que todas las medidas adoptadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis económica están basadas, en efecto, en sondeos y encuestas, es decir, no se trata de una política de Estado sino de estrategia de partido para perder los menos votos posibles en las próximas elecciones. Pero, por otro lado, la oposición tiene ahí la gran oportunidad de fajarse con el Gobierno hasta desmontar sus tretas tácticas. No será suficiente con decir que el Gobierno, pues, se ha visto obligado a cambiar de política económica, sino que tendrá que detallar una por una todas las medidas para resolver la crisis. El Gobierno trata desesperadamente de que el ajuste contra la crisis económica le afecte lo menos posible y, por eso, maneja cientos de encuestas y sondeos, pero la Oposición, antes que esperar el desgaste de Zapatero, tiene que adelantarse y criticar, como ya ha hecho Esperanza Aguirre en la Asamblea de Madrid, el nuevo impuesto para ricos, o los nuevos impuestos que preparan para las rentas que se mueven entre 30.000 y 60.000 euros, en fin, tendrá que salir a la calle para hacer política.

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