Precisamente a Newton, a Benjamin Franklin y a otros por el estilo, recuerdo haberlos visto en un folleto de... los rosacruces. Argumentaban en el mismo sentido que el señor César Vidal: Los grandes científicos lo fueron gracias a que participaron de la gran iluminación espiritual que su doctrina les proporcionaba. Otros tipos de masonería hacen lo mismo. A ver si es que el hermano mayor, masón, de César Vidal tiene sobre éste más ascendencia de la que creíamos...
Desde luego esta modalidad pastoral de historiar, que se trasluce en los artículos del sr. César Vidal, tan peculiar, se me antoja harto parecida a la marxista, aunque asentada en prejuicios opuestos.
Por otro lado, vista la gran cantidad de posicionamientos distintos ante la ciencia, el progreso, etc., muchos opuestos, que presentan las distintas corrientes protestantes, derivadas de la reforma, si queremos atribuir a ésta una influencia determinante en el desarrollo y progreso de los pueblos, habrá que reconocer que si en unos casos ha sido positiva, en otros ha tenido que ser negativa.
En un comentario anterior digo:
"a que Josué parase el Sol y la Luna para vencer a los enemigos de los israelitas"
La frase correcta es:
"a que Josué PIDIESE A YAHVÉ QUE parase el Sol y la Luna para vencer a los enemigos de los israelitas"
Escribe Jorge Alcalde en Libertad Digital:
"Hace unos meses, cuando le entrevistaba para la revista Quo, Juan Luis Arsuaga me lo explicó con soberana claridad:
'España jugó la Champions League de la ciencia justo hasta finales del siglo XVIII, luego descendimos a regional. En la actualidad podemos aspirar como mucho a ser un equipo puntero de segunda, pero nos costará mucho competir con las estrellas de Alemania, Francia, EEUU, Japón...'
http://findesemana.libertaddigital.com/es-la-cienc...
Luego sí parece ser correcto lo que hemos tratado de probar muchos: que el siglo XVIII fue de una gran recuperación española en todos los campos. Así, a vuela pluma, en el campo técnico podemos citar a los marinos Jorje Juan y Antonio de Ulloa, a los hermanos Elhuyar y la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, a Alejandro Malaspina, a los Laboratorios de Química de la Escuela de Artillería de Segovia, etc.
Un país que tiene en esos momentos una técnica naval (y unos astilleros) como para hacer el navío militar más grande y poderoso del mundo, el "Santísima Trinidad", no parece que entonces esté tan retrasado:
http://en.wikipedia.org/wiki/Spanish_ship_Nuestra_...
Ni siquiera en este artículo, cuya tesis principal sí podría compartir si se expone en su justa medida (entiéndase ésta como "en ausencia de otra diferencia, una nación de tradición protestante tiende a disfrutar de una mayor tradición científica que otra católica", no que los países protestantes son mejores en ciencia que los católicos), acierta Vidal a exponer su caso con honestidad.
Los dos argumentos a los que dedica más espacio y más peso son tramposos o directamente falsos. La relación de científicos protestantes vs. católicos, para empezar. Observen ustedes las fechas en las que vivieron unos y otros y verán cómo ha escogido un rango temporal mucho más amplio en el caso de los protestantes. Es probable que haciendo dos listas honestas siguieran saliendo más protestantes. Pero estas listas (donde naturalmente dejamos fuera a Servet, no nos vayamos a enterar que los calvinistas también mataban científicos y teólogos disidentes) están lejos de ser honestas.
Y por otro lado tenemos el asuntillo de la Armada Invencible, donde hace ya muchos años que la historiografía seria se olvidó de esa teoría de la superioridad tecnológica inglesa.
En definitiva, que aunque se pueda estar de acuerdo con la conclusión, Vidal repite su modo de razonar: primero ponemos el carro (la conclusión) y a partir de ahí los bueyes (los argumentos). Muy mala imagen. Y empeora cuando se dedica usted a criticar a Pío Moa sin nombrarle. Hombre, un poco de elegancia al menos.
Escuela de Salamanca: Hayek recomienda el tema a Marjorie Grice-Hutchinson en la London School of Economics (LSE):
[ver #105]
http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado...
En este video
http://newmedia.ufm.edu/gsm/index.php/Rivasliberal...
el economista español Dr. León Gómez Rivas explica en Guatemala, Universidad Francisco Marroquín, la relación entre Hayek y Grice-Hutchinson sobre la Escuela de Salamanca (ver desde 5.20 a 17:13). Cuando a Marjorie Grice-Hutchinson le hicieron Dr. Honoris Causa en una Universidad española, el economista liberal español Lucas Beltrán --que había sido alumno de Hayek en la LSE--indicó que la tesis de Marjorie sobre economistas españoles de la Escuela de Salamanca se la sugirió Hayek.
Más tarde, Marjorie aclaró que eso no era correcto ya que a finales de los años 40 Hayek no conocía de la existencia de tales autores españoles; Hayek sí le recomendó que estudiase a algunos autores españoles ilustrados del siglo XVIII (v gr, Ustáriz). A partir de ahí, tirando del hilo a través de Campomanes (y del economista José Larraz), Grice-Hutchinson dio con el padre Azpilcueta, Tomás de Mercado, Domingo de Soto, etc.; el libro de Marjorie sobre la Escuela de Salamanca se editó en 1952.
Aunque es claro que Hayek --ya en la Universidad de Chicago-- conoció el libro de su antigua alumna, no lo mencionó en sus obras; más adelante, Hayek, tomando la referencia de Schumpeter -- que sí conoció y publicitó las geniales intuiciones de los españoles-- mencionó a Molina en relación con "el orden espontáneo". Insisto que en "Los fundamentos de la libertad" (1959) Hayek no menciona las tempranas contribuciones españolas a la ciencia económica liberal (teoría subjetiva del valor, efecto de la variable tiempo, justificación del cobro de un interés, teoría cuantitativa de los precios, orden espontáneo, etc.).
alef
En efecto, Galileo también se metió a teólogo, pretendiendo dar una exlplicación "científica" a que Josué parase el Sol y la Luna para vencer a los enemigos de los israelitas, con lo que era inconsecuente con esa pretendida independencia entrew Ciencia y Religión.
Sobre la intransigencia de Galileo para aceptar que una hipótesis es sólo eso: una hipótesis:
"La intransigencia de Galileo, que rechaza la equivalencia de las hipótesis copernicana y de Ptolomeo, pudo haber precipitado los eventos. Un estudio del proceso por Paul Feyerabend (ver por ejemplo el Adiós a la Razón) muestra que la actitud del inquisidor (Roberto Belarmino) fue al menos tan científica como la de Galileo, siguiendo criterios modernos."
http://es.wikipedia.org/wiki/Galileo_Galilei
Sobre Feyerabend, que no es cualquiera en la Filosofía de la Ciencia (y muy ligado, al principio, a Karl Popper) y de un nivel similar al de Thomas Kuhn, citado por Vidal:
http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Feyerabend
Elliot apunta a otro detalle de la estructura educativa en España en el XVII. Hasta los 16 años de edad lo que se estudia en los colegios sólo son humanidades. Es a partir de esa edad donde se empiezan a dar matemáticas, ciencias, aritmetica, geometria y otras materias cientificas. Pero un chaval a esa edad era muy probable que no siguiera estudiando y el numero de españoles que se preparaban de forma cientifica era muy reducido. He ahí fallos que nada tienen que ver con la biblia, ni con nuestro cerrilismo católico ni con nada que nos quiere endingar Vidal. Seamos serios señores y patriotas a la vez para descubrir lo que realmente pasa desterrando las simplezas y las idioteces.
En el siglo XVII, los jesuitas se enrocan en sí y asumen la tarea de las enseñanzas superiores cosa que les lleva a digerir críticas de algunos hermanos de orden españoles los cuales abogaban por una mayor liberalización de la enseñanza. Pero siguen existiendo deficiencias. Los religiosos son los únicos que se hacen cargo de la alfabetización de la población más humilde a la vez que baja la calidad de la enseñanza superior antes un referente mundial. Lo único que se les ocurre es recurrir, como indica Elliot en su obra "La España Imperial" (Elliot es Premio Príncipe de Asturias), a importar algunos libros de Europa y a enseñarlos y aprenderlos sin ninguna crítica propia ni aporte nuestro a las nuevas ideas. Es como si España fuera un boxeador sonado que aún no se ha recuperado del golpe y en vez de recuperarse espera del adversario que sea misericordioso y le deje participar en los avances. Muy lejos está de hacerlo. Los tímidos aportes de pensadores españoles no son tenidos en cuenta en el XVII y en el XVIII. La enseñanza además se enroca en el elitismo. Sólo pueden acceder a las enseñanzas superiores gente de alta cuna, la nobleza y aristocracia. Así salen gentes nobles, una elite preparada pero reducida como Churruca, Gravina, Malaspina, etc, casi todos los héroes de Trafalgar, entre otros muchos antes y después como indica O´Donell en su libro "Trafalgar" que los califica más como científicos que como marinos. Consiguen el respeto de los británicos y del mundo. Sus obras son tenidas en cuenta, son referentes. Nuestras técnicas navales copiadas pero no disfruta España de los favores de Europa que se reparten entre ellos el pastel. España sigue buscando su sitio por medio de seguir a la cola de los demás sin intentar buscar un sitio propio y un aporte a la ciencia autóctono. Se trata de una mediocridad y decadencia mal asimilada, mal interpretada que aun hoy seguimos aceptando el resultado erróneo que nos lleva a caminos equivocados.
Una de las causas de nuestra decadencia educativa y científica, como indica Elliot, es precisamente el haber renunciado a nuestra dinámica intelectual y a nuestra innovación científica e ímpetu como país del que disfrutamos en el siglo XVI. Después de las derrotas y de la mala asimilación de nuestra decadencia echando la culpa de nuestros males a errores exagerados y adoptar una postura deprimente y lastimosa en vez de volver a coger el ímpetu y energía que nos caracterizó antes, nos convertimos en perrillos falderos de Europa esperando de ellos lo que nunca nos van a aportar olvidando que si queremos hacer algo en el mundo científico debe ser por nuestros propios medios.
Increíble, ya van cuatro artículos y seguimos oyendo los mismos bufidos: César Vidal miente, los países católicos son atrasados no por efecto del catolicismo, sino por otras circunstancias diferentes... que al parecer los oponentes no quieren revelar.
Repiten machaconamente que el atraso no se debe al catolicismo, pero seguimos sin conocer una sola de esas circunstancias diferentes. Todo son vaguedades y apuntes nebulosos.
Incluso algunos llegan al desatino militante de negar que exista el atraso.
Y, como único argumento en contra, ¡alegan las excepciones! Que si Calvino era el hombre del saco, que si el confesor de Felipe II sabía 7 idiomas y la lista de los reyes godos, que si los protestantes votaron a los nazis, que si quemaron a Miguel Servet, que si Leibniz era católico en la intimidad...
La misma técnica podría servir para demostrar que los noruegos son bajos y morenos, y los sicilianos altos y rubios.
Como todo en la vida, lo que cuentan son las proporciones. Y, aunque Calvino fuera muy requetemalo, su legado espiritual junto con el de Lutero ofreció a los pueblos un sólido fundamento doctrinal, emancipado de las trabas y las angosturas del catolicismo. Un catolicismo que se había agotado mucho tiempo atrás, y no podía de ningún modo guiar a la civilización de la edad moderna.
Y el resultado no se presta a discusiones ni apostillas, los hechos son incontrovertibles a uno y otro lado de la Reforma. Saludos.