Es curioso (o no tanto) cómo se repiten las gansadas de Federico como si fueran mantras. Lo mejor que se podría pensar de las ideas de cabo interino que se vierten en estos foros es que son obra de los mismos responsables de esta página, agazapados bajo un pseudónimo más o menos ingeniosos. Me teme que existe gente de fe sincera en tales despropósitos. Son creyentes de Federico o de César y creen que su fe les tarerá la salvación de España. Dudo que la salvación esté en repetir bobadas y perlas del resentimiento. Lo evidente es que si la doctrina impartida no fuera tan idiota muchos de los lectores dirían algo sensato, aun sin entenderlo. Eso da la medida de la grave responsabilidad de decir estupideces.
La descomposición no solo es de la Institución monárquica, es de el Régimen de 1978 en su totalidad. ¿Qué Institución se salva?.
El Régimen de 1978 está muerto, pero no encuentra enterrador.
No me ha gusrado lo de "beoda soldadesca". Eran guardias civiles y no iban borrachos.
Por lo demás, "hablando se entiende la gente", " y si sale, sale", .....el señor Borbón ya puede ir mirando en los mapas por donde se va a Cartagena.
Y luego, la III república, Con Alfonso Guerra de presidente. ¡ brrrr!
Dice nuestro Rey, Jefe del Estado para más señas, que todos los españoles somos iguales ante la ley. Sólo por citar un pequeño contraejemplo a tal proposición (cuya verdad deseamos muchos españoles), hay unos tales Albertos, Alcocer y Cortina, (casados y divorciados, aunque con éxito reproductivo, con unas tales hermanas Koplowitz), a quienes la Justicia ha tratado con un cariño que debería haber teñido del vergonzoso color del tomate maduro a la augusta faz de Juan Carlos de Borbón de Borbón. No es que estos amiguetes hayan hecho tanto daño los Españoles como aquellos terroristas defendidos por ciertos miembros de la iglesia católica y ciertos políticos de infausta memoria, pero tampoco merecen un premio.
Pues en mi opinión, don José, no parece que Su Católica Majestad haya acreditado oficio de monárquico en los últimos tiempos.
A decir de su admirado (por el monarca) Rodríguez "tenemos un rey republicano". Hecha obviedad de la enésima majadería del lince de León, observamos que Nuestro Señor ha borboneado con todo separatista y republicano que se le ha puesto a tiro (es un decir, porque los torio sólo los pega con los Albertos), bajo la máxima del "hablando se entiende la gente" y del "y si sale, sale".
Todo ello, unido a Su Real y Boyuna aceptación de la Ley de Memoria Histórica, que arrasa la legitimidad de la Corona que ciñe por que se la concedió Franco, creo que desmienten su afirmación, don José. A mí me parece que el rey ha sido muy poco monárquico.
En cuanto al rollo de que "la ley se aplica a todos por igual", mi opinión es que tururú. Tururú desde el punto y hora en que no van a imputar a la hija cuando en la práctica mercantil y penal imputarían para empezar, y, en su caso, empurarían, a cualquier administrador que firmase lo que parece que la Duquesa firmaba, sola o en compañía de su marido.
Si la Monarquía se basa en motivos estéticos (tampoco desdeñables) la república se basa en mitología. Lo peligroso de la repùblica es que se mitología es creída por más gente. A Hitler también le eligieron... O a Bush. Es curioso que tanto republicano facha que aparece por estas páginas cree -con notable ignorancia del abc de la política- que en las repúblicas no hay corrupción y que sería la panacea. Es decir, por una parte condenan a la "casta política" y acto seguido hacen un acto de fe en esa misma casta al predicar que de esa casta saldría la solución.
Si el príncipe Felipe se mantiene incólume la monarquía española goza de larga vida. El remueve de la Memoria histórica ha servido para descubrir, que algo enterrada estaba, la verdadera cara de la II República. Todos los condimentos de entonces están presentes en la actualidad, aún con otros disfraces, y el galimatías político volvería a repetirse. De las dos experiencias republicanas habidas en España nada puede extraerse que haga atractiva una nueva república salvo harakiri de la propia monarquía.

La Corona,a pesar de todos los puntos negativos que se le
quieran poner -que los tiene-, es la única Institución
que debe permanecer, pues otros sistemas no funcionan.
La Historia lo dice.