Muy bien Pepe, su ironía y su mordacidad me arranca siempre una sonrisa.
A ver, D. José, si Libertad Digital iba a consentir que un marxista escribiera sus editoriales.
Mire usted, hablamos del pregón de Semana Santa. Que una señora casada por lo civil sea su protagonista es equivalente a llevar a tus hijos a hacer la 1ª comunión sin que ni siquiera vayas a misa.
Para un no cristiano, la Semana Santa es una cosa. Para un cristiano, otra muy distinta. Es el momento cumbre del año litúrgico, en el que se celebra lo más nuclear de su fe.
En fin, lo próximo podría ser poner a Zerolo a hacer el canto del muecín. ¿A que eso se entiende mejor?
Si bien es verdad que Blazquez no se caracterizó por su valentía en el País Vasco, circunstancia ésta que hace Ud. bien en recordar, porque fue una vergüenza para los católicos. No es menos cierto que ahora tiene razón. La Semana Santa es una celebración religiosa, aunque algunos tiendan a olvidarlo; y por lo tanto las que han presumido de ser modernas por no estar casadas por la Iglesia, tal y como hizo en su día la actual vicepresidente, no deberían acercarse ni por la plaza mayor de Valladolid en esas fechas.
Acusemos a Blazquez de su cobardía cuando ocurre y señalemos su acierto cuando lo tiene.
Le faltó firmeza en Vascongadas y ahora ha metido una pata con algo de razón. Sería bueno que le sirviese para el futuro.
A ver. Quizá sea criticable el Arzobispo de Valladolid por su mayor o menor acierto cuando fue obispo de Bilbao. El "tal Bláquez", como lo despreció Arzallus, sabrá en su conciencia si fue o no valiente o cobarde. Pero ahora tiene la obligación de recordar a los cristianos cuáles son sus obligaciones. Y ha dicho que quien públicamente se jacta de no estar en regla con lo que se le pide a un cristiano no debería alzar su voz en la catedral. Los hay que queriendo no pueden, y en cambio, esta señora, quizá ella, quizá su marido, pudiendo no quieren. Estoy al lado del arzobispo, no de la Vice.
Psssh. Bueéeno. El argumento tenía mas chicha que un artículo para salir del paso. Lo podía haber escrito Dña. Cristina mejor. De lo de hablar en catalán a los enfermos y de lo de los insumisos fiscales al Estado español quiero que hable. Ahí es único.
PD.- A mi juicio, D. José García Domínguez es el mejor articulista de esta casa. Por encima de Jiménez y Vidal y a mucha distancia del resto.
Magistral artículo. Y sin reservas. O -parafraseando a alguien- sin mácula de reserva alguna.
El tal Blazquez.......un gran hipocrita y seguramente misogino......y por la pinta.....todavía no ha salido del....armario.....
Curillas así hace que muchos cristianos dejemos de creer cada vez menos en la iglesia de los hombres.....y más con ratas rastreras como esta.....que el Papa debería enviarlos a paises con conflictos religiosos y que atacan el cristianismo.....seguro él como Setién apaciguarían a las fieras......

Lamentablemente, en este artículo el señor Domínguez entra a valorar la forma y no el fondo de la noticia, salvo una subjetiva comparación franquista. Supongo que el objetivo es la persona y no el hecho.
Coincido en que es mucho más importante la persecución de ciertos sacerdotes contra los cristianos no nacionalistas, que la tal Soraya. Es una cuestión que ha dejado a la Iglesia en esas provincias bajo mínimos, y muy alejada de su labor de evangelización universal.
Que algunos supuestos cristianos dejen de creer en Jesucristo por estos obispos no revela más que el interés en buscar una excusa para autoexcluirse. Porque ejemplos de lo contrario hay muchos. Más. La mayoría.