Menú
José María Albert de Paco

En un país serio

Una lista de nombres cosidos a una cifra es lo mismo que podría decirse de dos abogados en el fondo del mar: un buen comienzo.

En diciembre de 1996, El Mundo y El País se enzarzaron, a cuenta de los papeles del Cesid, en un intercambio de golpes, a cuál más sectario y revanchista, de los que da perfecta cuenta el editorial que el diario socialdemócrata (un adjetivo ennoblecedor, se diga lo que se diga, máxime al trasluz de la columna que hoy publica Vicent, donde la carcoma campa a su aire desde el basamento a la voluta); del editorial, decía, que el diario socialdemócrata publicó el día 17 de aquel mes. Este párrafo:

Al publicar estos papeles, íntegramente y de una vez, El País intenta, ante todo, acabar con cualquier pretensión de administrar a conveniencia la agenda política mediante la difusión dosificada de informaciones o documentos comprometedores. El diario El Mundo publicó ayer cinco de estos papeles y anunció nuevas remesas para días sucesivos. Pues bien, aquí están todos. El "muy intenso trabajo de investigación periodística" a que aludía ayer ese diario consiste en ser recipiendario de una filtración.

Ciertamente, y parafraseando al pensador Laporta, no estamos tan mal. Basta darse un garbeo por los periódicos de entonces para constatarlo. Ay, aquella sensación de que el Estado iba a saltar en pedazos de un momento a otro (no el Gobierno, no, el Estado de la A a la X), aquellas comidas familiares (¡y de negocios!) en que a la hora del café alguien deslizaba el vídeo de marras sobre el mantel. Convendrán conmigo en que lo de Bárcenas presenta un perfil más lúdico. Tanto que, a esta hora del domingo, El País exhibe en su home un jueguecito, no sé si el L. C. Scrabble 2.0, consistente en ir introduciendo nombres en un buscador con el solo objeto de que le estallen a uno en la cara. La realización, en fin, del sueño más húmedo de Juan Luis Cebrián: un wikileaks con dirigentes del PP.

Volvamos, no obstante, al editorial del 96. "El 'muy intenso trabajo de investigación periodística' a que aludía ayer ese diario consiste en ser recipiendario de una filtración." Y es que lo que publica El País, en efecto, es otro intenso trabajo de investigación periodística, es decir, la misma clase de información que tanto ridiculizó en aquel periodo. Por descontado, que se trate de una filtración no la desautoriza, pero, después de tanto oír lo que pasaría con Rajoy en un país serio, va mi aportación a la seriedad: una lista de nombres cosidos a una cifra es lo mismo que podría decirse de dos abogados en el fondo del mar: un buen comienzo. Si esos indicios no se cotejan con la realidad, si no se compulsan con el timbre de la verdad, es imposible saber si estamos ante un mayúsculo caso de corrupción o la simple asechanza de un hombre acorralado. Ese trabajo, que es el que El País no ha hecho, se llama periodismo, y es lo que habría evitado, por ejemplo, este despiece:

Dos décadas de notas llenas de incógnitas.

Incógnitas, claro. Y suspirar por que lo sigan siendo.

Temas

En España

    0
    comentarios