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Guillermo Dupuy

El desistimiento de Rajoy

Mas requiere "ayuda extraordinaria" porque está llevando a cabo algo tan extraordinario como un carísimo e ilegal proceso de construcción nacional.

Dice con razón Rajoy:

Cuando no se respeta ni la legislación ni las formas lo que se busca no es el diálogo sino el desistimiento o la aquiescencia, o peor aún, la complicidad.

Sin duda la proximidad de las elecciones europeas y la irrupción en escena de Vox están detrás de esa aparente y, por otra parte, muy relativa firmeza de la que hizo gala Rajoy en su discurso de Barcelona. Y digo "relativa" porque en ese discurso, tan tardía como aparentemente firme, el presidente del Gobierno también dejó claro que piensa seguir financiando de manera extraordinaria a "Cataluña" -en realidad, a la secesionista Administración catalana- porque de no hacerlo

las consecuencias las pagarían quienes menos culpa tienen, que son las gentes de esta tierra, tan españolas como las demás, y de las que me siento tan responsable como de todas las demás.

Hay que tener desfachatez. ¿Nos quiere decir Rajoy que la parte que se queda la Generalidad de los impuestos que pagan los catalanes no es suficiente para atender las competencias que tiene legalmente transferidas, y que esa es la razón por la que tiene que ayudarla de manera extraordinaria a costa de no hacer lo mismo con otras comunidades autónomas? Si la Generalidad requiere ayuda extraordinaria, a pesar de tener una financiación ordinaria mucho más cuantiosa que cualquier otra Administración regional del mundo, se debe, única y exclusivamente, al hecho de que está embarcada desde hace años en un carísimo e ilegal proceso de construcción nacional y de creación de ilegales estructuras de Estado.

Este hecho, ciertamente extraordinario, exigiría algo tan extraordinario como la suspensión de la autonomía que, precisamente para estos casos, contempla la Constitución. Esta intervención directa a cargo de la Administración central sería lo que evitaría que los servicios básicos, a los que los catalanes tienen tanto derecho como el resto de los españoles, no se vieran perjudicados por una Administración regional que gasta sus multimillonarios recursos en redes clientelares, empresas, fundaciones, televisiones publicas, embajadas, o en cosas tan clamorosamente ilegales como un "consejo asesor para la transición nacional", una agencia tributaria propia o un referéndum secesionista.

En lugar de ello, Rajoy responde al extraordinario y carísimo desafío de la Generalidad a nuestra nación y a nuestro Estado de Derecho con ayuda extraordinaria e impunidad, como la relativa a los vigentes delitos de desobediencia, usurpación de atribuciones, prevaricación y malversación de fondos públicos. Ustedes dirán si Rajoy lo hace por desistimiento, aquiescencia o complicidad. Pero el caso es que lo hace.

PS. Al terminar el artículo me entero de que el Tribunal Supremo acaba de dictar la enésima sentencia contra la inmersión lingüística en Cataluña. Ya me dirán ustedes a qué se debe la impunidad de tan continuado delito de desobediencia por parte de Artur Mas: ¿desistimiento, aquiescencia o complicidad de Rajoy?

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