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Antonio Robles

C's, la esperanza; UPyD, el seguro

Ya sabemos una cosa con seguridad: nadie podrá formar Gobierno sin C's. O al menos sin su apoyo.

Ya sabemos una cosa con seguridad: nadie podrá formar Gobierno sin C's. O al menos sin su apoyo. Puede dárselo al PP o al PSOE; incluso puede gobernar. Dilema que, en el terreno del marketing electoral, Albert Rivera ha descartado. Pero vamos a los hechos y posibilidades.

Una de las causas primeras que inspiraron el nacimiento de C's fue la de acabar con el chantaje de los nacionalistas al Estado, sustituyéndolos como partido bisagra en la gobernabilidad de España.

A estas alturas electorales, ese objetivo ya se ha conseguido. Todas las encuestas le otorgan votos suficientes para convertirse en la bisagra idónea para formar mayorías nacionales. Ya no necesitamos a los nacionalistas. El primer triunfo de C's a nivel nacional. Posiblemente, la mayor revolución del statu quo desde la transición del 78. No exagero, si España es hoy una incógnita como nación, se debe al chantaje nacionalista y a la bisoñez de PP y PSOE frente a ello. O si quieren, al poco patriotismo de los dos grandes. Siempre prefirieron controlar el poder que hacer causa común para defender el bien común de los españoles. C's tiene la posibilidad de romper esa anomalía.

La crisis económica, el paro o la Seguridad Social son problemas capitales, pero todos los partidos contemplan medidas para corregirlos, no así la voluntad política para encarar el problema territorial de España sin recurrir al sobado apaciguamiento nacionalista. La Constitución está para ser cumplida. C's ha de hacerse valer para hacer cumplir la ley en Cataluña como en cualquier otro lugar. El resto es responsabilidad del Poder Judicial. Y de una labor cultural y mediática seria desde el Estado, capaz de desmantelar la hegemonía moral que han logrado imponer a base de propaganda, manipulación histórica y egoísmo territorial.

Con la misma contundencia, ha de exigir una ley de lenguas que impida que ningún poder autonómico pueda impedir a ningún niño estudiar en la lengua común española, ni al resto de ciudadanos utilizarla en cualquier circunstancia y lugar del territorio nacional. Sin demoras, sin trucos, inmediatamente. Y a quien ponga trabas, habrá que inhabilitarlo para cargo público y sancionarlo.

C's también debería exigir desmantelar la red clientelar entre poder político e intereses económicos, religiosos, mediáticos o de cualquier otra índole para acabar con la corrupción. Crear mecanismos de objetividad en la elección de jueces y en la distribución de frecuencias y canales de los medios de comunicación. Una nueva ley electoral basada en el espíritu "un hombre, un voto" e introducir de nuevo en el Código Penal el delito de sedición.

C's podrá forzar estas medidas si garantiza el Gobierno al PP o al PSOE; pero si pretendiera gobernar, ni uno ni otro le permitirían hacerlo desde el poder, porque tales medidas niegan su praxis política desde la transición. O sea, C's no obtendría su apoyo sin renunciar a tales objetivos. Lo cual impone la paradoja de que en las actuales circunstancias es preferible ser bisagra que gobernar.

La seguridad del cambio, sin embargo, no estaría garantizada si UPyD no lograra representación parlamentaria. UPyD ha cometido graves errores democráticos internos, pero ha mantenido una coherencia en su acción política parlamentaria y contra la corrupción impecable. Alguien le ha de recordar a Albert Rivera que es mortal. Nadie mejor que el partido donde un sabio como Fernando Savater ha tenido la generosidad de bajar al ruedo y al ruido del cenagal político para defender la coherencia y los principios políticos que solo un filósofo comprometido con la búsqueda de la verdad y la razón práctica puede garantizarnos. Si además exige sin ambages la devolución de las competencias al Estado en educación, sanidad y justicia, y cerrar el Senado, estamos en camino de volver a recuperar la obviedad de que los derechos son de los ciudadanos, no de los territorios. El equívoco de donde han nacido casi todos los males que aquejan hoy a España.

PD 1. Fernando Savater encabeza las listas al Senado por UPyD. Una exquisitez para los votantes madrileños.

PD 2. ¿Contaremos estas elecciones generales en Cataluña también como plebiscitarias, Sr. Mas? ¿O estas no?

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