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Antonio Robles

Junqueras, el tapado

Se impone la arenga, y Junqueras está dispuesto a ejercerla sin piedad con una población afín que sabe poseída de su verbo enfermizo.

Ante tanto embrollo y desconcierto, conviene desbrozar el estercolero pseudodemocrático en que nos han metido los catalanistas para clarificar las líneas maestras que nos han traído hasta aquí y los abismos por los que nos podemos despeñar.

No se enzarcen con las bufonadas diarias de Carles Puigdemont, ni con las algaradas de la CUP. Entiendo que el hombre que se negó a ejercer la democracia en la sede de la soberanía nacional, el Congreso de los Diputados, prefiera ir al Teatro Nacional para hacer política y reserve el Parlamento para hacer teatro. Todo lo que haga falta con tal de no firmar lo que le puede inhabilitar o dejarle con el patrimonio hecho unos zorros. Como entiendo que los comecuras de la CUP prefieran convertir el falso gótico de la catedral de Barcelona en un economato a convertir el centro religioso nacional del Born en un meublé.

Puigdemont y demás son de la generación de las juventudes de Convergencia que Pujol engendró y amamantó desde su llegada al poder. Son los compis de su hijo Oriol Pujol, ese que pasaba en 1992 al Estadio Olímpico de Montjuic en el maletero del coche oficial de papá esteladas, pitos y pendones con la leyenda "Freedom for Catalonia"para arruinarle al Rey y a España su presencia.

Jordi Pujol, el chori, ha diseñado con paciencia de camaleón este escenario. El resto sólo ha arruinado su obra taimada de serpiente silenciosa con tanta algarabía y postureo pseudemocrático. Menos uno, el tapado, Oriol Junqueras. El más dotado para perpetuar su obra de odio a España con empalagosa actitud de cordero degollado.

El problema que tiene el Gobierno no es sólo parar el golpe institucional, sino ganarlo. ETA fue derrotada, pero no vencida. Ahí la tienen, en las instituciones, y sus seguidores, libres para defender su obra sin mala conciencia. En Cataluña puede ser mucho peor. Pasó el tiempo de ponerles freno, ahora hay que administrar la fuerza de la ley con exquisita inteligencia, sin darles oportunidad alguna de capitalizar su victimismo. Lo ha dicho Pablo Planas con exactitud de relojero: "El frente separatista no prepara una votación sino una rebelión". Me ahorro exponerlo porque en el enlace lo tienen explicado con conocimiento de causa, experiencia sobrada y verbo punzante. Saber gestionar con mano de terciopelo la kale barroka que nos tienen preparada es hoy un problema de Estado. El de mayor gravedad y trascendencia.

No he visto en mi vida un tipo que mienta con tanta naturalidad ni encadene argumentos sin lógica alguna con mayor énfasis fonético. Tampoco, que logre tener embelesados a tantos seguidores como si en realidad dijera algo con sentido o de acuerdo a los hechos.

El martes, en el Teatro Nacional de Cataluña lo hizo con el descaro acostumbrado ante la flor y nata de quienes viven del negocio nacional. Ese mentiroso compulsivo no sólo será el próximo presidente de la Generalidad, sino el que puede perpetuar la intoxicación iniciada por Pujol. Desenmascarar a este cura trabucaire revenido en nacionalista bravucón es un problema de Estado. Cataluña ya está dividida entre creyentes y herejes. La verdad o la mentira han dejado de ejercer. Se impone la arenga, y Junqueras está dispuesto a ejercerla sin piedad con una población afín que sabe poseída de su verbo enfermizo. Están tan acostumbrados a creer sus propias mentiras, las mentiras del nacionalismo, que llegan a tener la certeza de que su nacionalismo es legítimo, no porque lo sea o pudiera serlo, sino porque es de ellos. Les dejo con una de sus parrafadas, transmitidas por TV3 desde el TNC, donde suplantaron la Constitución por su ley suprema, "la única ley legítima", según Junqueras. Una sociedad que se traga tales desvergüenzas es más peligrosa que los líderes que las expanden. No corrijo su sintaxis.

P.D. "Un referéndum que no solamente se ampara en la legitimidad de la democracia y no solamente en la legitimidad de todos los que hacemos todo lo posible para ayudar a la gente con las mejores herramientas, sino también un referéndum, y me parece que eso es imprescindible de explicarlo siempre y en todo momento, un referéndum que se ampara en la legalidad, que efectivamente de legalidad nada más hay una de posible, que es la legalidad que se inspira, se deriva del espíritu legal del derecho, del derecho internacional y del componente más importante de este derecho, que son los derechos humanos y por eso, por eso el primero de esos derechos es el derecho de autodeterminación. (TV3, "El govern presenta la llei del referéndum". Directe TNC. Del minuto 2:36:37 al 2:37:53).

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