¿Qué televisión falsaria
inventa, adultera, miente
y engaña constantemente
en su parrilla diaria,
de una manera sectaria
con malévolo interés?
¡TV3!
¿Qué televisión programa
una asquerosa entrevista
de masaje a un terrorista
que a sus víctimas infama
e inocente se proclama
del derecho y del revés?
¡TV3!
¿Qué televisión de España
(que es incluso más abyecta
–¡figúrense!– que La Secta)
siembra el odio y la cizaña,
entre patraña y patraña,
sin que le paren los pies?
¡TV3!
¿Qué televisión mantiene
Mariano Rajoy abierta
(¡Mariano, por Dios, despierta!),
permitiendo que envenene
y haga lo que le conviene
al golpismo del prusés?
¡TV3!
¿Qué televisión da empleo
desde tiempos de Pujol
a cualquier antiespañol
que se preste al baboseo
de ultrajarnos con choteo
y a España dar puntapiés?
¡TV3!
Y en fin, ¿qué tele dejamos
que nos infame, nos veje,
nos injurie y despelleje,
sin que nada en contra hagamos
(es que, encima, la pagamos,
pues somos sansirolés)?
¡TV3!