A qué conduce el nacionalismo está bastante claro. (No para todos, ciertamente. Los hay que verán arder su negocio en Barcelona y seguirán culpando a Franco).
El Fray anda cabreado con las mañas del nacionalismo y se ha puesto a darles estopa como él sabe. En lugar de contradecirle, el Mesié le pone la mano en el hombro y señala hacia la siniestra parte.
¿Quién acierta? ¿Quién se equivoca? Ustedes, que no los del Supremo, son aquí los únicos jueces.
LOS NACIONALISTAS
por Fray Josepho
Son lo peor. La vil hipocresía
del que saca tajada y te desprecia.
El cinismo burgués con alopecia.
La envidia, la aversión, la egolatría.
Son el racismo ingrato. La falsía.
La doctrina más pánfila y más necia.
El ventarrón mefítico que arrecia
un día y otro día y otro día.
Son hijos del rencor y del engaño,
adeptos a la recua y el rebaño
y místicos de dogmas de patraña.
Y vayan con o sin la caperuza,
hoy quiero maldecir a esta gentuza
que vive nada más del odio a España.
NO ESTÁN SOLOS
por Monsieur de Sans-Foy
En tu definición de este negocio,
aciertas, Fray Josepho, pero en parte,
porque el nacionalismo tiene un socio
con el que el estropicio se reparte.
La grey nacionalista, la Antiespaña,
está en escandalosa minoría.
Y ¿quién la patrocina y la acompaña?
Quién iba a ser, si no: la progresía.
La Izquierda NUNCA está con la Nación,
a no ser, claro está, la catalana,
la vasca, la gallega, la asturiana,
o la que esté montando más follón.
Si Sánchez dice Patria, me escojono,
igual que si Errejón dice País.
Si Iglesias dice España, le perdono:
será del (terapéutico) hachís.
La Izquierda, cuando llegan elecciones,
afecta un poco más de disimulo.
Nos quiere camelar. ¿Con qué intenciones?
Que Torra puede darnos por el...