Yo, la verdad te digo, que no entiendo que lleves esas pintas indecentes. En serio, no te enfades ni te afrentes, y mírate, por Dios, que estás horrendo.
Es el legado de ese nacionalismo, asumido por las elites españolas de la democracia, el que está en el fondo –y a veces en la superficie- de la duradera y constante denigración de España.
Libertad y Democracia son las armas principales contra las pretensiones, no sólo independentistas, sino totalitarias, de los nacionalismos vasco y catalán.