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Enrique Navarro

24-02-2022 el día que acabó la paz

Rusia tiene en su estrategia el uso de armas nucleares como parte de sus acciones militares, no cómo disuasión,. Si tiene que usarlas, lo hará.

Rusia tiene en su estrategia el uso de armas nucleares como parte de sus acciones militares, no cómo disuasión,. Si tiene que usarlas, lo hará.
Equipos dañados en una instalación militar ucraniana en las afueras de Mariupol, Ucrania. | Gtres

Desde 1945 hasta 1990, Europa Occidental se organizó económica, política y militarmente para defenderse de la agresión soviética. Si no hubiera sido por la disuasión nuclear y el apoyo de Estados Unidos, Europa, por si sola, habría caído en 1950. Pero, la Guerra Fría fue una época de paz y prosperidad para Occidente como nunca antes había acontecido. La paz, la seguridad, el progreso económico y social nos crearon un velo de ignorancia sobre lo que podía ocurrir; negábamos la realidad porque necesitábamos ser felices y disfrutar de las ventajas del desarrollo en paz. Pero, en la larga historia de las civilizaciones, el mundo Occidental sólo conoció un periodo de paz que duró entre la caída del muro de Berlín y la llegada de Putin al poder en 1999. Apenas una década de tranquilidad frente a diez mil años de guerras, en las que los estados, las personas y los regímenes vivieron y se desarrollaron.

A la quinta columna del comunismo en Occidente la llamábamos movimientos de liberación; al continuo proceso de rearme de nuestros enemigos lo catalogábamos de legítima defensa frente al imperialismo; a nuestro desarme lo denominábamos dividendos de la paz, a nuestras reticencias a entrar en los conflictos que nos amenazaban le respondíamos con el "no a la guerra", o con la "necesaria neutralidad"; a las fake news, libertad de expresión y a la intromisión rusa en nuestro sistema de partidos y de elección le llamábamos el necesario fin del bipartidismo. En definitiva creamos un sueño del que hoy nos hemos despertado.

Hoy será recordado como el día de la infamia en Europa, el día que terminó la paz en el mundo. Ya nada será igual, nuestros jóvenes, deberán olvidarse de los viajes de Erasmus, de las videoconsolas, de los botellones, porque los vientos de la guerra han vuelto y se quedarán durante muchos años. Ni Rusia se detendrá en Ucrania, ni China en sus fronteras. Las tropas del Eje Beijing-Moscú, como en 1941, lo fueron Berlín-Tokio querrán convertirnos en estados satélites o vasallos. Rusia y China son estados autoritarios que han realizado un esfuerzo militar sin precedentes a costa del sacrificio y la miseria de su pueblo con un solo objetivo, la hegemonía mundial. Mientras las democracias atendían a las necesidades del día a día, nuestros enemigos se preparaban para atacarnos y humillarnos. Además Rusia tiene en su definición estratégica el uso de armas nucleares como parte de sus acciones militares, y no como disuasión. Si tiene que usarlas para su victoria, lo hará.

Hay tres preguntas que surgen de este ataque, que tiene una justificación tan débil como la falsa explosión del Maine, o el asesinato del archiduque en Sarajevo. El pueblo ucraniano amenaza a Rusia igual que el judío a Alemania, pero ni entonces ni ahora eso será obstáculo para el genocidio. ¿Por qué ahora? Putin tiene diez años, quince a lo sumo en el poder, no podía retrasar mucho la decisión para poder ver en vida su triunfo, forma parte del ego de los genocidas; todavía el proceso de modernización de su armamento, debido a la ineficiencias heredadas del comunismo, está a medias, y esa es una gran debilidad hoy; el ejército ruso es muy superior al ucraniano, pero dentro de diez años será superior a todo el ejército de la Unión Europea. Sus tiempos van al paso de sus progresos.

La situación geopolítica mundial ha cambiado. El que fue presidente del centinela de Occidente, alababa recientemente, el despliegue de tropas rusas en Ucrania echando en falta no hacer lo mismo con México. En Latinoamérica, el continente está en manos de comunistas o populistas, no es baladí el trato dado por Putin a los presidentes de Argentina y Brasil recientemente. En África, ha conseguido imponerse con su ejército privado en Sahel, domina una parte de Libia, mantiene en el poder a Asad y dispone de un aliado en la zona como Irán. En Asía, China viene amenazando a Taiwán y a sus vecinos. Es decir una vez han conseguido su objetivo geoestratégico similar al auge de los fascismos en Europa, es decir disponer de la simpatía de muchos estados, están en condiciones de dar el golpe de gracia a Europa a la espera de que Estados Unidos caiga de su lado en las próximas elecciones.

¿Qué cabe esperar de las sanciones? Rusia es una economía débil manejada por oligarcas, eso significa que poco les va a importar que el pueblo pase hambre, lo hacen por una causa mayor, lo hemos visto muchas veces en la historia. Pero Rusia debe tener una cosa clara; tendrá que transformarse en una economía de guerra. Con una moneda fuera de los mercados, sin acceso a los mercados financieros occidentales que financia sus inversiones y gastos militares, con la industria tecnológica como la aeroespacial, electrónica y de consumo paralizada por la dependencia exterior, Rusia entrará en una espiral inflacionista que hundirá su economía. La única salvación económica de Rusia es alcanzar sus objetivos militares y estratégicos, que son cuatro:

1. Primero, la involución política de Ucrania convirtiéndola en un estado satélite, seguramente con la anexión a Rusia y hacerlo en un periodo corto de tiempo, un par de semanas a lo sumo. Ucrania es un país llano, sin grandes barreras naturales, difícil de defender tácticamente, pero tener a millones de ucranianos armados puede amargarle a Rusia la ocupación, pero la Seguridad rusa es especialista en acabar con la oposición interna, sin restricciones morales, es cuestión de unos miles de ejecutados.

2. Segundo, la ocupación militar de otras naciones de la extinta Unión Soviética que no son estados vasallos como lo son Azerbaiyán o Kazajistán. Moldavia, Georgia y las repúblicas bálticas serán invadidas, con el objetivo de generar un gran imperio capaz de arrasar Europa si Moscú lo decide. Este será el siguiente punto del plan. Esto irá acompañado de acciones militares de China sobre Taiwán y de la amenaza sobre sus vecinos: Corea, Vietnam, Japón, Filipinas, Singapur e Indonesia para convertirlos a su vez en estados vasallos.

3. Tercero, asfixiar a Europa energéticamente y cesando la exportación de cereales a Europa; esto generará una inflación sin precedentes en Europa, un caos económico, déficits públicos insostenibles. Todo esto acabaría en una reacción popular a favor de movimientos populistas dispuestos a aceptar el autoritarismo como modelo político y la connivencia con Moscú.

4. Cuarto, el regreso de los republicanos con su aislacionismo y tentaciones autoritarias ya comprobadas en las últimas elecciones, dejarán a Europa como estados vasallos, la democracia como la conocemos habrá desaparecido y los europeos recibiremos a Putin como Franco recibió a Juan Domingo Perón.

Cuando el mundo haya cambiado, cuando la democracia occidental se haya desvanecido, cuando la Europa de los derechos haya sido abducida por un régimen que niegas las conquistas sociales e individuales del mundo libre y el mundo Fahrenheit 451 se haya instalado de forma permanente, recordaremos este día como aquél en el que se terminó la paz. No estamos hechos de la madera necesaria de la que sí estuvieron fabricados nuestros abuelos para defendernos del totalitarismo, y por eso esta guerra la vamos a perder.

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