
"Ni me parece bien lo que hace Vinícius ni tampoco lo que hacen Raíllo y Maffeo. Me parece todo de guardería y de ‘pumukis’. ¿Se puede no estar en ningún bando?". Esto es lo que escribí en Twitter hace unas horas y traslado ahora a esta columna, porque considero, en mi modesta opinión, que nos estamos perdiendo en batallas entre camisetas cuando aquí el problema es de todos.
Me ha dado por mirar las edades de Raíllo y Maffeo y ninguno de ellos está, ni de lejos, en plena y efervescente adolescencia. Raíllo tiene 31 años y Maffeo tiene 25. Ambos han pasado esa edad en la que absolutamente todos hemos sido dominados más por la tontería propia de la edad que por la razón. Una edad en la que te podías enzarzar en discusiones personales por el mero hecho de quedar por encima y ser, por así decirlo, el "malote" al que todos tenían miedo y supuesto respeto. Por eso razón y sin convertir a Vinícius en un santo varón que jamás ha hecho nada con su escudo o con su actitud, no paro de alucinar con esa corriente que para criticar al jugador madridista, pone en valor lo que hacen Raíllo y Maffeo.
Quizá sea porque mi ejemplo deportivo más influyente ha sido siempre Rafa Nadal y estoy más acostumbrado a fijarme más en él que en Kyrgios, por ejemplo, pero no concibo que en un momento dado haya alguien que para decirle a su hijo que una cosa esté mal le diga que lo que hace Vinícius "no" y lo que hacen Raíllo y Maffeo, "sí". Gestitos de llorón de Maffeo. Raíllo con 31 años diciéndole a otro de 22 que le bese el escudo y casi metiéndoselo en la boca. Empujones de los tres en cuestión. Recaditos. Vaciles. ¿Dónde estamos? ¿Era un Mallorca-Real Madrid o un partido entre chavales de 16 años que juegan en el Steaua del Grifo y el Maccabi de Levantar? Lo siento, pero me niego a argumentar mi punto de vista usando a ninguno de estos jugadores como ejemplo.
Antes del partido, Raíllo comentó en una entrevista con DAZN que él pondría de ejemplo a sus hijos a Benzema y Modric, nunca a Vinícius. Con todo el respeto del mundo Antonio, visto lo visto el otro día en el campo, yo jamás os usaría de ejemplo a ti y a Maffeo para los míos el día que los tenga. No me apetece enseñarles que hay que echar fuego a un incendio cuando este ya está descontrolado ni tampoco que si alguien, según tu punto de vista, te persigue o te acosa, tú debas actuar igual o peor. Quizá lo mejor sería enseñarles que con 31 años o 25, no se puede actuar como si estuvieses en Gandía Shore. Y no me vale eso que me dicen muchos de "si te provocan, no puedes dejarlo pasar", porque si esa fuese la actitud general de todo el mundo, la mayor parte de los días habría peleas y combates en plena calle. Además, muchos defensas han demostrado que se puede parar a Vinícius sin estar pendiente de lo que haga o no haga el chaval. Por lo tanto, fuego contra el fuego, a mí no me vale.
Ojo, todo lo que estoy diciendo es referido a lo que ocurrió dentro del terreno de juego, no fuera. Aquí estoy al 1000 por 1000 con lo escrito por compañeros míos como Sergio Valentín o Juanma Rodríguez. De hecho en la columna de Juanma, "Se llama Vinicius, no Toby", el uso indebido de los "peros" detrás del "yo no soy racista", me parece lo que mejor expresa lo que todos deberíamos pensar sobre estos temas. Con el racismo, que lo hay en España como dijo Ancelotti, no puede haber "peros". No hay ninguna actitud que permita a una persona insultar de forma racista a Vinícius. No la hay. Que no os engañe nadie. No hay "peros". Si eres del Atlético y alguien a tu lado insulta a Vinícius por el color de su piel, aléjate de esa persona. Si eres del Barcelona, igual. Si eres sevillista o valencianista, lo mismo. Seas del equipo que seas, no hay "peros" con el racismo. Aunque te caiga mal Vinícius. Ese no es el punto de toda esta historia. No confundamos a la gente. No le digamos a los más jóvenes que esos "peros" están bien o son aceptables porque no te guste un equipo o un jugador. Y si no te gusta Vinícius, que no es un santo varón como he dicho anteriormente, critica lo que tú consideres oportuno sobre su juego, no sobre el color de su piel.
Como he dicho al principio, ni me parece bien lo que hace Vinícius ni tampoco lo que hacen Raíllo y Maffeo. En esa guardería no me van a encontrar y por esa razón, como se puede, no me colocaré en ningún bando dentro del campo. Fuera, estaré siempre en el bando que no es racista.