La incontinencia verbal del candidato Tamames, su constante exposición pública en los medios y la crítica permanente hacia el partido que lo ha propuesto para presidir el Gobierno de la Nación amenazan con convertir la moción de censura contra Sánchez en un sainete parlamentario del que el partido conservador tardará mucho en recuperarse.
La última andanada de Ramón Tamames contra VOX, partido al que asegura no haber votado jamás, tiene que ver con la defensa de los símbolos nacionales, un elemento que distingue al partido de Abascal del resto de fuerzas políticas y muy especialmente de la izquierda española, refractaria a todo lo que sirva para reivindicar la unidad de la Nación. En su última entrevista, publicada en El Mundo, Tamames critica el uso de la bandera española por parte de VOX por considerarlo excesivo, sobre todo teniendo en cuenta que España, en su opinión, es una nación de naciones o, en sus propias palabras, "una supernación".
¿Cuáles van a ser, pues, los argumentos de Tamames para censurar al Gobierno socialpodemita? Porque si hace honor a lo que ha venido publicando y defendiendo hasta ahora en relación con la organización territorial de España, lo cierto es que sus tesis son perfectamente compatibles con las de los socios separatistas de Sánchez, el presidente al que VOX pretende cesar precisamente por ese mismo motivo. La situación es suficientemente rocambolesca para no tomarla en serio, que es lo peor que puede ocurrirle a un partido cuando lleva a la práctica una iniciativa tan trascendental como la retirada de la confianza parlamentaria a un presidente del Gobierno.
En el Partido Popular han sido muy críticos desde el principio sobre la oportunidad de plantear una moción de censura en esta recta final de legislatura. De unas semanas a esta parte, VOX y su pintoresco candidato están dándole la razón al partido de Núñez Feijóo.
El propio presidente popular no ha ahorrado reproches a una iniciativa cuyo único beneficiario, en su opinión, va a ser Pedro Sánchez. Feijóo insiste en no "darle una alegría al Gobierno cuando hasta sus socios de Podemos le dan disgustos", participando activamente en una moción de censura convertida en un "circo parlamentario" que "no debería producirse" en unos momentos tan críticos para el Ejecutivo socialpodemita.
Es difícil no coincidir con este análisis del líder del Partido Popular, sobre todo a la vista de cómo van desarrollándose los acontecimientos tras la elección como candidato de Ramón Tamames, un personaje retirado de la política cuyas ansias de notoriedad están provocando verdadera estupefacción entre los que hasta hace poco consideraban que la moción de censura contra Sánchez tenía algún sentido.

