
En la Sala de Prensa del Congreso de los Diputado, los ‘plumillas’ que cubren ‘el ruedo ibérico’ encuentran cuatro filas de mesas corridas, en las que pueden disponerse unas cuarenta atribuladas almas. Si comparece alguien de postín, las butacas de la primera se ocupan por los más aplicados. No sucedió así el pasado lunes 2 de octubre, cuando se personó Yolanda Díaz tras su encuentro con el Rey Felipe VI. Nueve de los once asientos estaban libres, mientras que los posteriores se encontraban completos.
La vicepresidenta en funciones vocaliza de manera tan impostada que seguramente le provoque un exceso de salivación. Quizá ese sea el motivo por el que algunos prefieren la lejanía. En esta ocasión parece que la culpa no la tuvo el perdigón. Fue la laca.
La señora Díaz se pasó con el Elnett y esto, unido a los estragos que en el sistema respiratorio provoca "el Veranillo de San Miguel", explica el repliegue periodístico. Repliegue en el Congreso, críticas y chuflas fuera, en los medios "del progreso".
Cuando la lideresa de la izquierda a la izquierda del PSOE afirmó, por segunda vez y refiriéndose a las negociaciones con los socialistas, que: "como les he dicho, a día de hoy, lamento comunicarles, que estamos lejos de alcanzar este acuerdo", miró a la concurrencia para ver si alguien había pillado el chiste, pero nada. Abatimiento ante la obligación de tener que escuchar y lo que es peor, informar, de las memeces de la vicepresidenta en funciones.
Esther Palomera manda en eldiario.es, además es ‘grupi’ de Pedro Sánchez, bueno la verdad es que esto no dice mucho porque antes lo fue de Rubalcaba contra Sánchez, de Eduardo Madina contra Sánchez, de Errejón contra…, pero ahora es fiel seguidora de Pedro. Con este curriculum "progresista" sorprende la "ensalada de hostias", en palabras de Pablo Iglesias, que le arreó a Yolanda después de su chiste en la Sala de Prensa del Congreso. "¿Acaso alguien cree que Yolanda Díaz está dispuesta a pasar a la oposición? Sin vicepresidencia, sin cartera ministerial, sin el boato del Gobierno… No cabe más fantasía. Al día siguiente, Sumar saltaría por los aires, ella pasaría a ser una diputada más y Podemos la devoraría". Solo le faltó añadir: ¡y sin pelu, ni modelitos!
Da gusto leer a gente tan sincera. Según nos cuenta Palomera, Yolanda Díaz "no tiene arte ni parte en el diálogo que el PSOE abrió hace ya semanas con los independentistas en busca de apoyos para la investidura de Pedro Sánchez. Y no sólo porque en Ferraz crean que no le corresponde papel alguno en esas conversaciones, también porque tanto Junts como ERC hicieron explícito que no la consideraban interlocutora válida". Tendrían ustedes que ver como el yutuber Pablo Iglesias salivaba cuando leía el artículo en su canal. Él había muñido el apoyo de Bildu y ERC a la investidura de Pedro Sánchez en 2019. Había armado el Frankenstein. Hoy, Yolanda no es bien recibida. Rufián le puso una vela negra por la "estafa" de la reforma laboral y Puigdemont todavía se pregunta qué quería esa señora. "La vicepresidenta fue a Bruselas a verse con Puigdemont por cuenta propia en busca de una foto que la sacara del segundo o del tercer plano", nos aclara Esther Palomera.
El PSOE castiga con el acullo, con el acicate de su prensa sumisa, a una rebelde Yolanda. Debilita a la dirigente que tiene por delante, si hubiese investidura, que está por ver, la complicada tarea de negociar con la patulea plurinacional y multinivel de Sumar y en especial con Pablo Iglesias, la participación del engendro comunista en el Gobierno.
Si Pedro Sánchez dejase a un lado su narcisismo suicida. Ordenara silencio al coro de cacatuos y correveidiles que le rodean y analizara lo que le espera sin engañarse, "el presidente en funciones se obstina en desconocer elementos cruciales de la realidad, porque pretende aislar al partido que ha ganado las elecciones generales y las autonómicas y municipales", escribía hace unos días Cándido Méndez.
Si recordase las palabras que Feijóo le dirigió a la bilduetarra Aizpurúa: "Amenaza usted con que muchas leyes de la próxima legislatura van a estar con el sello de Bildu, buena amenaza, ¿y esas leyes también van a estar con el sello de Junts, y con el sello del PNV? Porque si no, no habrá leyes. Ciertamente no sabemos qué va a ocurrir en la próxima legislatura".
Pero un dictador no rectifica y este no deja de ser un fatuo en manos de terroristas y separatistas. Ellos se encargaran de él, llegado el momento.
Mientras, Yolanda seguirá cabeceando como esos perritos que se ponían en el salpicadero de los coches. Entonces, ¿lo de Yolanda y Sumar no va de exigir un Gobierno que resuelva los problemas de la gente? "Y los de Sumar, claro". Esther Palomera sí lo tiene claro.
