Con Sánchez por Helsinki, María Jesús Montero encabezó el cartel gubernamental de la Sesión de Control de este miércoles y, con la venia de la oposición, convirtió el Congreso en un escaparate para disputar, y no tardando, la presidencia de la Junta de Andalucía a Juan Manuel Moreno Bonilla, el fan genovés de Blas Infante. La viseprecidenta lidió a seis diputados, ninguno miura, durante treinta y cinco anacóndicos e insulsos minutos en los que, igual es cosa mía, lo más destacado e irritante fue un berrido grosero, como de hooligan trasnochado, de Miguel Tellado. El portavoz del PP en la cámara baja, quien ha visto incrementar su fama tras confesar su "renuncia absoluta" a la lectura, confundió las Cortes con Cabañeros y/o con El Chiringuito después de que Cuca Gamarra le preguntara a la también ministra de Hacienda por la cesión a Cataluña de competencias en materia de inmigración. "OHHHH", bramó, cérvido, el hombre que se sienta a la diestra del líder Feijóo. Con estos bueyes hemos de arar, en fin.
La exalcaldesa de Logroño le preguntó a Montero qué más cederá el Gobierno "para permanecer en el poder", y la visepreci, en plan Cicerón, pero con dislexia fonética, sentenció: "Llegar a acuerdos no es ceder, es la esencia de la política". Elías Bendodo mejoró en defensa con respecto a sesiones anteriores, hurgó en la hemeroteca e invocó a Delcy y al hombre que llama "Víctor Ángel" al ministro de Política Territorial y Administración Pública: "¿Conocía usted al señor Aldama? ¿Ha habido reuniones en su Ministerio, de usted o de su equipo, con el señor Aldama?". La titular de la cartera de Hacienda pasó de responder y, por peteneras, defendió la "excelente labor" de su ministerio y recurrió, porque sí, porque ella lo vale, a un estribillo viciado reciente: "¿De verdad el PP se va a poner en contra de que se condonen 83.000 millones a las CCAA?".
La diputada por Murcia Guardiola Salmerón, de nombre Mirian –en la web del Congreso– o Miriam –en su perfil de Instagram–, tras referirse a los puteros del PSOE, profetizó que "Cerdán es el próximo en caer"; por su parte, el socialista navarro, a quien Aldama acusó de cobrar por obras amañadas, se partía la caja como Jabba. Jaime de Olano: "Allá donde usted estuvo al cargo de vigilar la caja, había un socialista metiendo la mano y robando el dinero de todos". Casualidades. A la pregunta de "cuándo piensa cumplir con su obligación constitucional de traer los presupuestos a esta cámara", Montero contestó que "el PP se dedica a mentir y a difamar porque le sale gratis". Y se quedó tan pichi ella. Le saldrá gratis. La líder virtual de Podemos, Ione Belarra, aventuró que el aumento del gasto militar se traducirá en "recortes en sanidad, educación, dependencia…": "Por esta barbaridad, Podemos no va a pasar". A otro perro con ese hueso. La ministra la dejó en evidencia sin inmutarse.
Ester Muñoz le recordó a Yolanda Díaz quién fue y qué hizo Íñigo Errejón, amén de que "son el único gobierno que ha sacado a violadores a la calle y ha contratado a prostitutas en empresas públicas". La ministra Ralph Wiggum desbarró, acusó a Feijóo de justificar la violencia machista y comparó a la diputada leonesa con una expresidenta del Congreso: "Ana Pastor estaría horrorizada escuchando a la señora Muñoz". La portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, le afeó a Bolaños la legión de contradicciones del Gobierno; el ministro trinitario la machacó gustándose: "Espero que su intervención de hoy no se la hayan pasado en cirílico". El bramante Tellado, al fin más sosegado, a Marlaska, por el tema de las fronteras: "Los independentistas han conseguido más con ustedes que con la declaración unilateral de independencia". El ministro del Interior se escudó en el mantra coñazo de las mentiras y los bulos.
Cayetana Álvarez de Toledo, impecable: "El Gobierno ha vetado a Vox de su ronda de mañana y en Vox lo celebran por patriotismo, dicen. No entienden que entregar las fronteras de Ucrania es exponer las de España". La portavoz adjunta del PP aconsejó a Albares que, por coherencia, también vete a sus socios: "Yolanda Díaz está a punto de manifestarse contra sí misma. Podemos llama a Sánchez 'el señor de la Guerra', que es otra forma de llamar a Putin 'el señor de la paz', Junts urdió su golpe de Estado con apoyo del Kremlin y Bildu, en fin, rechaza las armas salvo que sirvieran para matar a españoles", "el putinismo antieuropeo anida en su Gobierno". El ministro de Exteriores, ridículo: "Ustedes boicotean las lenguas cooficiales en Europa". A ver qué le dices a alguien así.