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Agapito Maestre

Ciudadanos, la izquierda y la derecha

Lo normal, sí, es estar a veces a la derecha y otras a la izquierda, porque ser de izquierda o de derechas es anormal.

¿Cómo calificar a quien descubre ahora, en 2018, que la izquierda es reaccionaria, retardataria y retrógrada? Si descartamos por grosero el calificativo estulto, entonces diríamos que estamos ante un tipo simple, o peor, un intelectual oportunista, alguien que dice, en efecto, lo que le conviene al poderoso de turno. Quien despotrica ahora de la izquierda, cuando hace décadas que sabemos los millones de crímenes que ha cometido allí donde ha alcanzado el poder, es alguien que nos vende un producto intelectual caducado. Es una necedad llegar hoy a la conclusión de que la izquierda es tan reaccionaria como la derecha, porque eso sigue dándole pábulo, legitimidad intelectual o, sencillamente, plausibilidad argumentativa a uno de los peores ideologemas, falsificaciones o fórmulas propagandísticas de la izquierda en general, y el comunismo en particular, para negar lo que hace al ser humano auténticamente humano: la política.

O aceptamos la autonomía de la política o regresamos a la mitología; o aceptamos la sustantividad y autonomía de lo político o volvemos a la fabulación ideológica de "la izquierda y la derecha"; o aceptamos que la sociedad política, real y verdadera nunca es reducible a sus antecedentes prepolíticos o extrapolíticos o, por el contrario, nos situamos en las tradiciones bucólicas y populistas. La política y, por supuesto, el Estado no son ni buenos ni malos sino necesarios. Quien trata de negar esa necesidad, especialmente valiéndose de la afirmación "ser de izquierda o ser derecha", está siendo presa del principal engaño de la llamada izquierda: "Solo la izquierda legitima" cualquier tipo de actuación en la vida pública. Por cierto, la derecha española, la del PP, está encantada con esa falsificación, porque no deja de criticar a Ciudadanossu "indefinición" ante el PSOE, la izquierda, y ellos, el PP. Terrible. Olvidan que Ciudadanos ha firmado con el PP un pacto de 150 medidas a cambio de su voto para investir a Rajoy presidente del Gobierno de España…

Pero a lo que iba: la obsesión por descalificar a Ciudadanos por no ser un partido de derechas o izquierdas procede de la mayor añagaza ideológica de la izquierda políticamente correcta, que el PP a veces acepta con toda naturalidad, a saber, "hay que ser de izquierda para ser". He ahí la quintaesencia de la negación de la política, o sea, de la negación de una necesidad que lleva al ser humano a su muerte civil. "Ser de la izquierda, como ser de la derecha", según dijo Ortega y Gasset, "es una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral". Además, y esto es lo que ha venido a poner en claro Ciudadanos en la política española, es absurdo y casi imposible, desde el punto de vista ontológico, ser de izquierdas o de derechas, sino que se está a la izquierda o a la derecha y siempre, como ha repetido hasta la saciedad el maestro Gabriel Zaid, relativamente: en tal o cual punto con respecto a otra posición. Lo normal, pues, es estar simultáneamente a la izquierda de unos y a la derecha de otros, pero es anormal e imposible "estar a la izquierda en todo con respecto a todos: no estar a la derecha de nada ni de nadie".

La política es, pues, una necesidad que, a veces, se satisface situándonos en una posición u otra. No existen las posiciones absolutas. Eso es la política. Ciudadanos trata, sí, de satisfacerla y canalizarla del modo más racional posible. Por eso, me resulta extraña y hasta grotesca la crítica de quienes desprecian a esta formación política por que no se decantan por ser de izquierdas o de derechas. Lo normal, sí, es estar a veces a la derecha y otras a la izquierda, porque ser de izquierda o de derechas es anormal y, repito, un imposible ontológico.

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