El Gobierno de España ha puesto todo su empeño para hacer una política exterior a favor de Zapatero que, como todo el mundo sabe, cree tanto en la nación española como su ministra de Defensa, o sea, nada.
Obama ha sido utilizado magistralmente por Zapatero. Praga fue el escenario. La Unión Europea ha colaborado de buen grado para que Zapatero rentabilizase personalmente ese encuentro. Estados Unidos y Europa han hablado sobre el futuro del mundo occidental, pero Zapatero ha sido el encargado de explicarle a Obama las prioridades de la política exterior de la Unión. El triunfo de Zapatero ha sido apoteósico. La retrasmisión del encuentro contribuyó de modo decisivo al éxito. La reunión entre Obama y Zapatero fue seguida casi en directo por todos los telediarios e informativos de España, pero los obtusos se niegan en reconocer la evidencia: Zapatero tiene su "política exterior". Él mismo es el asunto clave de la política exterior. Él es el centro de todas las miradas. Él es la política exterior. Obama dijo que Zapatero es un gran dirigente nacional e internacional.
Todos los votantes y simpatizantes socialistas lo han visto departir con el más alto dignatario de la primera potencia del mundo, pero los simples seguirán insultando a Zapatero por estulto. Sí, sí, los listos periodistas de la llamada derechona de Rajoy desprecian a Zapatero, sencillamente porque no sabe nada de política exterior. ¡Qué tropa! ¡Si de verdad supiera algo Zapatero, entonces enterraría a los peperos para toda la vida! Sí, sí, todos los telediarios españoles del domingo a la hora de máxima audiencia han dado con grandes titulares las imágenes de la entrevista de Zapatero y Obama. Pero las mentes "preclaras" –es una manera de hablar– del análisis político del PP insultan a Zapatero, porque no tiene el don de lenguas que requiere la "moderna diplomacia mundial". Esta gente no se cansa de repetir tópicos para concluir que Zapatero ha hecho el ridículo en Londres, Estrasburgo y Praga. Vale.
Dicen los adversarios de Zapatero que no tiene política exterior, pero ellos no se oponen al envío de tropas a Afganistán, tampoco piden su comparecencia en el Congreso para que dé explicaciones sobre por qué ahora y no antes se enviarán 450 hombres, etcétera, etcétera. Creo que esa gente que sigue sin tomarse en serio a Zapatero empieza a ser peligrosa, porque confunde sus deseos con la realidad, el desprecio al hombre con la crítica rigurosa a un Gobierno que sabe muy bien lo que hace en "política exterior": utilizan las energías de los grandes acontecimientos internacionales en provecho propio.
El Gobierno de España ha puesto todo su empeño para hacer una política exterior a favor de Zapatero que, como todo el mundo sabe, cree tanto en la nación española como su ministra de Defensa, o sea, nada. Esa es la tragedia que no saben enfrentar los críticos de Zapatero. En fin, mientras que España languidece, Zapatero triunfa sobre el resto de políticos españoles merced a una política exterior de carácter "personal" y populista.
