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Cristina Losada

Nosotras parimos, nosotras decidimos

¿Defienden hoy los socialistas el libre aborto de los fetos? ¿Dónde está el PSOE ahora? Yo se lo diré: está en el agit-prop.

¿Defienden hoy los socialistas el libre aborto de los fetos? ¿Dónde está el PSOE ahora? Yo se lo diré: está en el agit-prop.

En tiempos en que los anticonceptivos están disponibles para quien quiera usarlos y en que la gente tiene sobrada información sobre la sexualidad, el aborto debería ser una práctica minoritaria y su tratamiento legal no tendría que convertirse en casus belli. Pero lo es, naturalmente, en España, igual que viene siéndolo, por ejemplo, en Estados Unidos. Entre los que consideran el aborto como un asesinato o un homicidio en todos los casos y los que afirman que el aborto es un derecho inalienable de la mujer no hay, me temo, puntos de acuerdo posibles.

Sí los hay, sin embargo, entre aquellos que acepten que estamos ante un conflicto de valores y que ese conflicto nunca tendrá soluciones perfectas, muchos menos que contenten a todos, pero puede intentar resolverse dando preeminencia a uno o a otro de los valores y derechos que colisionan en función de una serie de condicionantes: riesgos para la salud física o psíquica de la madre, existencia de anomalías fetales, tiempo del embarazo y casos de violación, por citar los más importantes.

Ahora mismo, la posición del Partido Socialista es para mí un enigma. Relativo, claro, pues políticamente la cosa no tiene misterio. Cree haber encontrado un hueso y no lo suelta. Es un hueso que gusta mucho a nuestra izquierda por su viejo sabor a revuelta callejera y a tremendismo (¡los tiempos tenebrosos!). De modo que han regresado al "Nosotras parimos, nosotras decidimos" y al "Yo mando en mi cuerpo". Unas consignas muy mal paridas, por cierto, que nos llevarían derechitas a legalizar las drogas: ¿o no puede mandar el adicto en su cuerpo? Por no hablar de la prostitución, que alguna izquierda quiere prohibir, privando a las trabajadoras del sexo de la libertad de decidir qué hacen con el suyo, y de otros casos en que se restringe, por diversos motivos, la libertad de hacer con el cuerpo (y la salud) de uno lo que le dé la gana.

El enigma al que me refería se destripa en una serie de preguntas. ¿Cree el PSOE que el aborto es un derecho que no debe someterse a restricción alguna? Entonces, ¿por qué le puso limitaciones en su ley de 2010? Sí, limitaciones: la ley no permitía el aborto de fetos de más de 14 semanas salvo por causas médicas y, por norma, siempre que no se superaran las 22 semanas de gestación. Aunque parece muy llamativa la diferencia entre una ley de plazos y otra de supuestos, lo cierto es que la ley de plazos de Zapatero introducía supuestos, y que hay leyes de supuestos, como la alemana, que introducen plazos.

Insisto, a ver si lo aclaran, ¿defienden hoy los socialistas el libre aborto de fetos que ya están a punto de manejar su primera tablet? ¿Dónde está el PSOE ahora? Yo se lo diré: está en el agit-prop. En agitar espantajos muy queridos por una parte de su público -¡el nacionalcatolicismo!-, a ver si logra aglutinar de nuevo a esa izquierda volátil, a esos progres de salón que le han dado la espalda. Es decir, está haciendo con el aborto exactamente aquello de lo que acusa al Gobierno del PP.

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