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David Vinuesa

Simeone y el Atlético: diez años de títulos, identidad y odio rival

Se cumplen diez años del fichaje del técnico argentino por el Atlético de Madrid.

Se cumplen diez años del fichaje del técnico argentino por el Atlético de Madrid.
Simeone y el Atlético: 10 años de títulos, identidad y odio rival. | Cordon Press

El 23 de diciembre de 2011, el Atlético de Madrid anunciaba la contratación de Diego Pablo Simeone como entrenador rojiblanco. A partir de ahí, una década y ocho títulos divididos en dos Ligas, una Copa, una Supercopa de España, dos Europa League y dos Supercopas de Europa. Además, dos finales de Champions y ocho temporadas de nueve garantizando la clasificación del Atlético para la Liga de Campeones, es decir, poniendo al Atlético de nuevo en la élite y dando más que oxígeno a las arcas del club madrileño.

Todo lo anterior ya lo saben, pero hoy quiero hacer especial hincapié en lo mucho que ha cambiado el Atlético de Madrid con Simeone a la cabeza y lo quiero enfocar desde el punto de vista de los propios aficionados rojiblancos y también desde el de los rivales. Siempre se dice que pasar desapercibido para tu enemigo es sinónimo de poca importancia y es verdad. Pocas veces se fija la atención en algo que no te molesta. Si no te incordia, a veces ignoras incluso que exista. Y sí, el Atlético, desde su descenso a los infiernos en el 2000 hasta la llegada de Simeone en 2011 o un poco antes con el año de Quique Sánchez Flores en 2010, había desaparecido del radar de sus enemigos.

Con Simeone llegó el famoso "partido a partido", el "cholismo", el "nunca dejes de creer", el "orgulloso de no ser como vosotros"... Todo eso sirvió para recuperar el orgullo de los rojiblancos y para, por qué no decirlo abiertamente, tocar las narices a sus enemigos deportivos. Sí, no hay que tener miedo a decir esto. Las rivalidades en deporte son así y más en fútbol. Siempre dentro de un orden y sin obsesiones, pero son así. Simeone y su Atlético, Zidane y el Real Madrid, Guardiola y el Barcelona... todos ellos tienen en común que alegraron a los suyos y a su vez enfadaron a sus rivales. Ojo, con una diferencia temporal importante. Zidane soltó zascas a diestro y siniestro y a propios y extraños durante varios años, Guardiola también hizo lo propio, pero ninguno ha estado diez años. Una década entera convirtiendo profecías y sketches en humillaciones posteriores tirando de hemeroteca. La última este mismo año con la famosa "liga perdida" que ganó el Atlético. Y eso, lo entiendo, debe ser duro, sobre todo si lo conviertes en personal y olvidas que a fin de cuentas esto es un juego.

A Simeone le han cantado dos veces de manera irónica "Cholo, quédate" en el Santiago Bernabéu. Dos veces. En 2019 y este mismo año. ¿Saben cuántas veces se lo cantaron a Javier Aguirre, Manzano, Bianchi, Quique, Pepe Murcia, Abel o César Ferrando? Ninguna. ¿Por qué? Porque ninguno de ellos fue capaz de molestar al Real Madrid. De hecho y por ser más concreto, se tiraron 13 años sin molestar lo más mínimo al vecino capitalino. Si no molestas, si no te buscan, si no revisan todo lo que haces, si no te insultan, si no quieren que te vayas de una vez por todas, párate y piensa, porque estás compitiendo mal. El Atlético de Simeone molestaba, molesta y molestará. Por lo tanto, el Atlético de Simeone estuvo, está y estará haciendo bien su trabajo.

Les pongo otro ejemplo, uno que he vivido yo como periodista. No hablo solo de mi casa, Libertad Digital, hablo del resto de medios en general. Cuando aterricé en esto allá por 2009, el Atlético era un meme, constante además, y tenía un hueco muy pequeño en tertulias y debates. Ahora está por todas partes. Para bien o para mal, como ocurre con la temporada actual, pero está siempre. Abre programas, genera tertulias, aumenta el tono de las mismas, provoca ‘combates’ intensos y divertidos... Señoras y señores, que este Atlético de Simeone ha generado con alguna derrota más titulares y tiempo de análisis que victorias importantísimas y grandes estados de forma del Real Madrid. ¡Por encima del Real Madrid! A mí, si me lo permiten, por la parte que me toca día a día, me emociona y me enorgullece.

Esto lo ha conseguido Diego Pablo Simeone y su filosofía. Una filosofía que como todo en el mundo del deporte no durará siempre. Ya saben cómo funciona esto. Puedes decir fin de ciclo durante 10 años y equivocarte, pero luego cuando aciertas a las 15ª ocasión te apuntas el tanto. Esto funciona así, por desgracia, y hay que convivir con ello. Pase lo que pase, Simeone, en mi opinión, ha goleado. Ha ganado. Una década entera le ampara. ¿Pudo ser mejor? Claro, pudo ganar dos Champions, pero en el balance entre lo bueno y lo malo jamás había visto tantos momentos felices con color colchonero que, en cantidad, han superado con creces a los habituales malos momentos de ese equipo antes conocido como ‘Pupas’. ¿Queda Simeone para rato? Un servidor aquí no le matará antes de tiempo, eso está claro. Los grandes siempre se levantan y este chaval argentino tiene 10 años a sus espaldas que, nunca mejor dicho, le cubren las mismas.

PD: ¿De qué se hablará hoy más? ¿De la crisis del Atlético o del liderato del Real Madrid? Ganaste Cholo. Ganaste Atlético.

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