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David Vinuesa

Simeone y la cabezonería de defender lo indefendible

El conjunto rojiblanco sigue encajando goles como si no tuviese defensas por delante del portero. Encajó cuatro en Barcelona.

El conjunto rojiblanco sigue encajando goles como si no tuviese defensas por delante del portero. Encajó cuatro en Barcelona.
Simeone y la cabezonería de defender lo indefendible. | EFE

Otra semana más con el mismo discurso. Otra semana más con las mismas sensaciones. El Atlético de Madrid sigue agonizando en una temporada para olvidar y que recuerda a otras en las que se fueron sucediendo nombres en el banquillo como Gregorio Manzano, César Ferrando, Pepe Murcia, Javier Aguirre o Abel Resino. Este Atlético, sobre todo por su inexplicable inseguridad defensiva y por el caos que parecen tener a nivel mental, hace rememorar a esos equipos desesperantes que se pasearon por los campos de España alternando días buenos con días para apagar la televisión y meterse debajo de las sábanas durante un mes. Luego llegó el Cholo, cerró a cal y canto su portería y todo se equilibró. Ahora, esa misma portería está abierta, en rebajas y con bonus especiales para delanteros rivales.

¿Qué le pasa al Atlético de Madrid? Esa es la gran pregunta. ¿Cómo es posible que todos los partidos encaje, como mínimo, dos goles? Porque, respetando mucho el partido de un Barcelona que mereció ganar de calle, ahora mismo el Atlético de Madrid está perdiendo contra el Atlético de Madrid. Así de claro. Se boicotean a sí mismos. En este momento da igual que se midan al Barcelona que al Levante, que es colista. Cualquier equipo que tenga delanteros vivos y con dos piernas hacen daño a Oblak y cía. Con que respiren y coordinen, gol. Algunos sin coordinar incluso. Solo hay que ver lo que pasa después del partido con los equipos que sacan algo positivo contra el cuadro de Simeone. No suelen mantener ese nivel de fútbol o de pegada arriba contra otros rivales. ¿Por qué? Porque jugar con el Atlético a día de hoy es jugar ante un conjunto sin defensa.

Ayer lo decía en redes sociales después del 1-1 de Jordi Alba: a Mario Hermoso le estaba humillando Adama Traore. Tres veces que se midieron y tres veces en las que Hermoso parecía un peluche en manos de un gigante. En serio, vean el partido de nuevo, porque no exagero. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho... Mario seguía cometiendo fallos groseros y al otro lado del campo, con Vrsaljko, más de lo mismo. ¡El Atlético jugó ayer con nueve! Era un 4-3-3 sobre la pizarra que en la realidad escondía un 2-3-3. No había laterales que defendieran. Y lo siento mucho por Hermoso y Vrsaljko que lógicamente intentan hacer su trabajo lo mejor posible, sin embargo, no lo consiguen. Es la realidad. Dolorosa realidad, por otro lado. Por lo que sea, pero no están al nivel. ¿Quién les sigue poniendo sí o sí en el campo? Simeone.

Como digo en el titular de la columna haciendo referencia a los defensas, el Cholo está defendiendo lo indefendible y eso le está condenando a él y al equipo. Entiendo perfectamente que el argentino no quiera señalar o dejar en la estacada a jugadores que hace poco le hicieron campeón de Liga y que seguramente trabajen a tope cada día, pero el Atlético no es una ONG ni tampoco un centro de rehabilitación. Si Hermoso, Vrsaljko, Felipe, Koke, De Paul, Maradona, Pelé u Oliver Atom están visiblemente fuera de juego en todos y cada uno de los partidos, banquillo. Y si dentro de unas semanas vuelven al nivel que exige un equipo que debe aspirar a todo, titulares. El problema es que Simeone se está empeñando en darle la vuelta a la tortilla con lo de siempre y eso provoca frustración en los que no juegan y falta de exigencia en los titulares. Y a cabezón, no le gana nadie al Cholo. No están al nivel Simeone, tienes que verlo de una vez por todas, porque las primeras veces puede ser culpa de los jugadores, que para eso juegan, pero si el entrenador ve que no están y los sigue poniendo por decreto, la culpa ya no es de ellos sino de aquel que les pone.

Mantengo el foco centrado en el Cholo porque creo que es él el que tiene que tomar decisiones y no lo está haciendo. Dolorosas, seguramente, como quitarle la titularidad a jugadores que lo dejan todo en el campo, pero ya no se puede defender lo indefendible. Se han otorgado demasiadas oportunidades. Se han regalado demasiadas titularidades. Se han puesto demasiadas excusas. Eso, en vez de ayudar al jugador, solo sirve para alimentar en su cabeza que no es culpa suya sino de la situación y de que "no nos sale nada".

La sensación que se siente desde fuera es que los jugadores rojiblancos piensan que les han maldecido este año, que están gafados o que el profesor les tiene manía. Un día sale Giménez a decir que se relajan y al otro Koke a decir que no es que se relajen. ¿En qué quedamos? ¿Cada uno va a la suya o cómo va esto? ¿Hay o no hay un vestuario unido? ¿Hay o no hay una reflexión común? Porque viendo como ayer el pobre Wass, roto en el campo, era solo consolado por jugadores del Barcelona parece que en el Atlético cada uno sujeta su vela. Por cierto, mal el Cholo por obligar a Wass a volver a entrar. No sabía el alcance de la lesión, pero no hay que ser médico para ver que un jugador con las manos en la rodilla y retorciéndose de dolor tiene algo, Cholo. A él le obligas a entrar. A otros, que no dan para más, nunca les obligas a salir.

En fin, como pueden apreciar, otro día más que apenas menciono al rival, en este caso el Barcelona. Y eso pasa porque el principal rival del Atlético de Madrid este año es el propio Atlético de Madrid. El rival de Simeone es Simeone. El de Hermoso es Hermoso. El de Koke es Koke. Y así sucesivamente. Tocan decisiones dolorosas Simeone porque tienes jugadores que no están dando el nivel y aún así los pones. Si sigues defendiendo lo indefendible será muy complicado defenderte a ti. A fin de cuentas, si sigues poniendo jugadores que no dan el nivel, tú tampoco lo estarás dando.

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