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Guillermo Dupuy

Aznar, ETA y Montesquieu

Esa dependencia del poder judicial, consolidada en tiempos de Aznar, es de la que ahora se ha servido ZP para colar a los proetarras. Será la misma que permitirá en el futuro volver a colarlos... si es que hasta entonces alguien se atreve a sacarlos

Visto el bochornoso silencio de Rajoy, bien está que Aznar haya salido a la palestra para decir lo que debería haber asegurado el actual y supuesto líder de su partido: a saber, que el PP sacará a los proetarras de Bildu de las instituciones. Sin embargo, ni la determinación de Aznar ni el hecho de haber sido el presidente menos malo de nuestra historia, en lo que a política antiterrorista se refiere, nos debería llevar a engaño: para empezar, la entrada o la salida de las instituciones del "brazo político" de ETA, como la misma entrada o salida de la cárcel de los miembros de su "brazo armado", no debería ser tanto un compromiso electoral de ningún partido político como el resultado de la aplicación del imperio de la ley y de la independencia del poder judicial.

Está claro que si los proetarras se han vuelto a colar en las instituciones es debido a que los miembros del Tribunal Constitucional designados por el PSOE se han convertido en servil correa de transmisión de un Gobierno que no podía dejar en evidencia sus intenciones derogando la Ley de Partidos o negándose, por segunda vez consecutiva, a instar la ilegalización de los proetarras. Sin embargo, precisamente porque soy consciente de que esa falta de independencia del poder judicial es lo que deja en papel mojado la Ley de Partidos y la propia Constitución, es por lo que considero que la solución no debería consistir en que el PP utilice su futura mayoría legislativa para plasmarla en el poder judicial, sino para restablecer de una manera efectiva la separación de poderes, liquidada en tiempos de González. Es la independencia del poder judicial la que debe garantizar que el imperio de la ley y las sentencias de nuestros más altos tribunales de Justicia no queden al albur de la conveniencia política de las mayorías transitorias.

Evidentemente, prefiero un partido que considere "conveniente" que una banda terrorista no pueda tener representación y subvención pública a uno que vuelva a considerar que ese es "el camino de la paz". Naturalmente que también prefiero un partido que vea más conveniente detener que dialogar con criminales prófugos de la justicia. Pero recordemos que la falta de separación de poderes, que Aznar no quiso erradicar para servirse de ella, es la misma que consideró conveniente que el Tribunal Constitucional excarcelara a la mesa nacional de HB durante el proceso de paz nacido en Estella; es la misma que, antes y después, ha dado seguridad a todos nuestros gobernantes para cometer, cuando así lo consideraban "conveniente", algo que (se supone) es siempre delito como es eludir la obligación de detener delincuentes, para, en su lugar, autorizar contactos con "miembros del MLNV" u "hombres de paz". Esa falta de independencia del poder judicial, desgraciadamente consolidada en tiempos de Aznar, es de la que ahora se ha servido Zapatero para colar a Bildu. Será la misma que permitirá en el futuro volver a colar a los proetarras... si es que hasta entonces alguien se atreve a sacarlos.

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