VISITA DEL PAPA A BRASIL
Un nuevo impulso, una nueva siembra
Benedicto XVI ya ha pisado la bendita tierra de América. Le esperan cinco días que pondrán a prueba su resistencia física, pero, sobre todo, su inteligencia pastoral y su capacidad para marcar un nuevo rumbo. Y es que no hay por qué desembarazarse precipitadamente de aquella hermosa expresión acuñada por Juan Pablo II, que calificaba a América como "el continente de la esperanza", pero tampoco conviene que encubra la gravedad de los desafíos que allí se le presentan a la Iglesia.